Funciona hace 18 años en Manuel Alberti. Entre los tarifazos, el alquiler del lugar y los arreglos edilicios, el poco dinero que recaudan no alcanza. Solicitan ayuda de la comunidad para no cerrar.
La Biblioteca P.U.M.A funciona hace 18 años en la localidad de Manuel Alberti pero, el mantenimiento de la institución emblemática para la localidad se ha vuelto difícil y peligra su continuidad. Entre los tarifazos, el alquiler del lugar en donde funciona y las malas condiciones edilicias, los miembros de la Comisión Directiva no dan abasto y buscan la ayuda de la comunidad para mantener en pie la entidad, ubicada en Santa Rita 1076.
“Nacimos y crecimos en Manuel Alberti, en el mismo lugar. Si bien siempre nos ha costado, hoy estamos atravesando una crisis muy importante. Nos es cada vez más difícil poder sostenerlo. Es exageradísimo lo que nos cobran de servicio eléctrico, aunque redujimos a una lamparita la iluminación”, contó a Resumen, Gloria Suárez, la bibliotecaria.
Además, contó que han tenido que reducir los horarios de atención al público por no poder climatizar el lugar. En cuanto a lo edilicio, explicó que el techo y las paredes se encuentran en muy mal estado: “eso hace que peligre la preservación del fondo bibliográfico que tenemos en la biblioteca. Corremos de lugar las cosas, rescatamos libros y estanterías como podemos”.
El lugar es alquilado y Suárez explicó que si bien hay personas que colaboran ad honorem de forma voluntaria con ellos, cuotas que algunos suscriptores abonan y fotocopias para los jóvenes, no alcanza para cubrir los gastos.
“No recibimos ninguna colaboración económica del Municipio, en ninguna gestión. Siempre hemos sido abandonados. Los subsidios provinciales tampoco llegan. Para lo edilicio, estamos limitados, porque no tenemos edificio propio. Pedimos reunión con el Intendente y nunca nos respondieron, nos prometió una visita pero todavía no ocurrió”, expuso Gloria Suárez y agregó que “es un llamado de atención” a quien quiera ayudar.
En medio de la angustia de no saber qué ocurrirá en el futuro, la bibliotecaria aseguró que continuarán luchando para sostener el lugar el mayor tiempo posible. “No se me ocurre pensar que sí debemos cerrar las puertas. Nos llega 2 mil pesos de luz, nos pidieron el espacio los dueños, no tenemos dónde ir. Nos preocupa pagar el alquiler, la luz, arreglar el techo, conseguir membranas, chapas, arreglarlo y poder seguir”, cerró Gloria Suárez.
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