Joven pilarense se convirtió en segunda embajadora de la Fiesta Nacional de la Flor

Durante la última edición de la Fiesta Nacional de la Flor, el escenario principal del predio floral volvió a llenarse de emoción con la elección de los nuevos embajadores y embajadoras. Entre ellos, una figura de Pilar logró destacarse: Candela Díaz López, de Del Viso, quien fue distinguida como Segunda Embajadora de la tradicional celebración escobarense.

A sus 18 años, Candela combina su labor como profesora de italiano en el Colegio Gabrielle D’Annunzio con sus estudios de Comercialización en la Universidad Austral. Su llegada al podio fue el resultado de un proceso de formación y evaluación que se extendió durante una semana, con talleres sobre sostenibilidad, género y diversidad, floricultura, oratoria y turismo. “Fue una experiencia intensa y enriquecedora, en la que aprendimos mucho y compartimos momentos inolvidables”, resumió sobre la preparación que antecedió a la elección.

La joven participó también del armado de las carrozas y desfiló bajo la lluvia durante la jornada principal. Allí, el contacto con los floricultores que llevan décadas trabajando en la muestra la conmovió profundamente. Para ella, la fiesta no solo celebra la “belleza de las flores”, sino también “el esfuerzo de productores, viveristas y artesanos que mantienen viva una parte del patrimonio cultural argentino”.

Candela remarca que su rol como embajadora implica promocionar la Fiesta Nacional de la Flor en todo el país, participando de eventos locales y provinciales, y también impulsar proyectos que fortalezcan su crecimiento. Entre sus próximos compromisos figuran representaciones en distintas fiestas nacionales y ferias turísticas. “Queremos que más personas conozcan la riqueza que ofrece Escobar”, señaló en diálogo con Resumen.

Aunque nació y vive en Pilar, la nueva embajadora se siente plenamente identificada con el espíritu escobarense. Destaca el valor turístico del distrito, su biodiversidad, los espacios verdes, la seguridad y la calidez de sus vecinos. Además, invita a los pilarenses a visitar la próxima edición: “Es una exposición hermosa, con propuestas gastronómicas, culturales y educativas que sorprenden año tras año”.

Su vínculo con la Fiesta de la Flor comenzó en la infancia, cuando asistía con sus abuelos. Este año decidió presentarse por primera vez como aspirante, sin imaginar que llegaría al podio. “Viví el proceso con mucha tranquilidad, disfrutando cada etapa”, cuenta sobre los días previos a la coronación.

Hoy, convertida en embajadora, Candela vive este reconocimiento como un compromiso con la comunidad y como un paso más en su vocación comunicacional. “Me siento cómoda en este rol y quiero seguir creciendo desde este lugar, combinando mis estudios con la posibilidad de representar lo que más me apasiona: la cultura y la gente”, cerró.