El pasado 11 de septiembre, según contó la pilarense Laura Cáceres fue informada que, sin previo aviso o algún motivo, Pedidos Ya la había desvinculado de la empresa, bloqueándole su cuenta e impidiéndole continuar trabajando. El argumento de la compañía era que Laura no había entregado los pedidos a dos clientes en las condiciones y el tiempo requeridos, pero ella afirma que esto no es cierto y, a pesar de haberlo demostrado, la empresa no ha revertido su decisión.
“Hace un mes y medio a mí me avisaron que daban de baja la cuenta. No vi el mail, quería empezar a trabajar y no podía. Le mandé mensajes a mis compañeros, a mi coordinador. El mail, donde decía que no había entregado dos pedidos. Me acordaba de dónde era. Fui a las clientas, ellas mandaron mails, mandé las pruebas, hice todo. Nunca me devolvieron la cuenta y es una persecución porque yo salí pregonando en todos lados que quiero ser reconocida como trabajadora. Pasó esto y estoy sin trabajo así que estoy con las medidas legales correspondientes”, explicó Laura Cáceres a Diario Resumen.
Para Laura el motivo de su desvinculación es claro: la empresa está castigándola por luchar por sus derechos como trabajadora. “Estas empresas se manejan como quieren. Bloqueos injustos, desactivaciones. Estas empresas son libres de hacer lo que quieran con nosotros, nos pueden bloquear, te levantas un día y no tenes trabajo, no sabes cómo vas a vivir al otro día”, añadió Cáceres.
Laura, de 21 años, ya ha enviado un telegrama en donde explicó todo lo sucedido y deberá esperar a reunirse con los abogados para saber cómo continuar. “Es difícil, es inestable estar con este trabajo porque te matas para llegar a fin de mes. Yo voy a luchar hasta el final por mi trabajo. Detrás de las cuentas que bloquean hay familias, pago un alquiler, ayudo a mi familia y a mi mamá la despidieron que trabaja como empleada doméstica en medio de la cuarentena”, expuso.
Por último, Laura Cáceres hizo hincapié en la necesidad de regularización. “Es necesario que el Ministerio de Trabajo, el Estado, el Gobierno lo regule. No se trata solo de que cobramos poco, nos tienen a un ritmo insoportable. Hay chicos que murieron, 10 chicos, arriba de una moto o bicicleta. Mientras estas empresas tengan todo, nos impondrán los ritmos que quieran y más chicos morirán. Desde el 2018 somos reconocidos como trabajadores tradicionales, pero cuando vamos nos dicen que están viendo de presentar un proyecto de regularización. Ellos tardan 20 años y mientras tantos pibes mueren, nos quedamos sin laburo, nos tratan como quieren”, concluyó Cáceres.
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