Joaquín González, albertino de 28 años y bioquímico, desarrolló una sustancia con derivados de crustáceos que permite limpiar el agua. Fue reconocido en el Senado de la Nación.
Un joven científico pilarense ganó el Premio José Balseiro 2017 por su labor en la investigación y el desarrollo de una sustancia derivada de los crustáceos que permite limpiar el agua. Joaquín González, bioquímico de 28 años, recibió el Diploma de Honor en la categoría de Investigador Joven, el jueves pasado en el Salón Azul del Senado de la Nación.
El Premio Balseiro, en su XV Edición, tiene por objetivo premiar las iniciativas más importantes orientadas a promover la vinculación científica y tecnológica. Otorgado por el Foro de Ciencia y Tecnología para la Producción, se dividió en cuatro categorías, cuyos ganadores, elegidos por cinco jurados, obtuvieron una estatuilla diseñada por Enio Iommi y un Diploma de Honor.
En la categoría de Investigador Joven, se reconoce a una persona menor de 35 años que destaque dentro de un grupo de investigación exitoso, y el ganador fue el pilarense Joaquín González. Para el premio fue propuesto por su director, el doctor Guillermo Copello, bioquímico e investigador del CONICET.
La sustancia que elabora en el Instituto de Química y Metabolismo del Fármaco (IQUIMEFA), “es un material en base a quitina, que es un polisacárido presente en el caparazón de crustáceos como cangrejos y camarones, y hoy en día es un descarte de la industria pesquera, no se utiliza para nada”. Según explicó González a Resumen, “lo que hacemos es recuperarlo y hacer un material en forma de gel o polvo, que lo mezclamos con nanopartículas derivadas del grafito, que se llama óxido de grafeno. Se obtiene así un material con la propiedad de limpiar el agua de ciertos contaminantes, como colorantes, antibióticos, metales”.
Dicha sustancia, “se puede aplicar en agua que está con cierto grado de potabilidad para limpiar un contaminante específico, o para tratar un efluente que sale de una industria. Algunas industrias que no están bien reguladas pueden verter sus desechos directamente al río o al suelo, y una forma de prevenir esa contaminación sería que primero limpien el agua de descarte para que el impacto ambiental sea mínimo” expuso. En 2013 se presentó una solicitud de patente para la fabricación del material.
González tiene 28 años, es docente de la UBA y vecino de Manuel Alberti. Desde preescolar y hasta terminar la secundaria cursó en el Instituto Verbo Divino, donde hizo la orientación en Ciencias Naturales. Luego estudió Bioquímica en la UBA, y tras cursar una beca de tres meses en Corea del Sur, empezó en 2013 el doctorado en el Instituto de Química y Metabolismo del Fármaco de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, con becas de la UBA y el CONICET.
Por su trabajo, González ha publicado junto al Instituto numerosos papers en revistas científicas internacionales, donde se prueban las propiedades de la sustancia desarrollada para limpiar las aguas. Los mismos fueron tenidos en cuenta, junto a presentaciones en congresos y otros trabajos científicos, para la entrega del premio, que tiene en consideración que los resultados de la investigación sean potencialmente transferibles a la industria y la aplicación práctica.
Dejar un comentario