A veces, la vida pueda dar un giro que nos obliga a repensarnos, reinventarnos y afrontar nuevos desafíos. Muchas veces, esta es la forma en la que surgen nuevos sueños y deseos, convertidos en emprendimientos a los que dedicamos cada gota de sudor, cada lágrima y cada pequeña partícula de nuestro ser.
De esta forma nació Huertas del Pilar, en 2010, de la mano de César Vázquez, Lorena García y Pablo Arias. “Somos tres socios que trabajábamos en una empresa frutihortícola, que en el 2009 cerró con lo cual, viendo que no teníamos muchas opciones y teníamos más de 10, 12 años en esta empresa, habíamos adquirido muy buena capacitación. Decidimos empezar un emprendimiento de cero, como indemnización negociamos y nos llevamos algunas máquinas chicas que nos servían para dar inicio al negocio y así empezamos, haciendo ensaladas como decíamos con ingredientes animales y vegetales”, explicó a Diario Resumen, Pablo Arias, uno de los responsables de la compañía.
El camino al principio fue cuesta arriba y Arias relató que “producíamos dos, tres veces por semana. Haciendo 60, 70 ensaladas por día”. “Alquilamos un local en el centro de Pilar, empezamos a adaptarlo, saliendo a vender los productos que elaborábamos y tuvimos muy buena aceptación. Enganchamos un nicho de mercado bastante ávido de esta opción, en tres años crecimos de forma muy interesante, incorporando clientes de volumen, clientes chicos”, contó.
Al poco tiempo, llegaron los nuevos productos, como las tartas individuales, lo que llevó a que, en 2017, tuvieran que mudarse nada más ni nada menos que al Parque Industrial de Pilar. “Ahí vimos que la planta que teníamos en el centro de Pilar, estaba llegando a la capacidad máxima de producción. Empezamos a buscar un predio nuevo y vimos el del Parque. Nosotros no llegábamos a 400 metros en dos pisos y nos pasamos a una planta de 1500, cuando llegamos, era algo que teníamos que volver a emprender, pensar en otra escala. Conseguimos créditos, fuimos creciendo, seguimos ampliando, incorporamos wraps, viandas, siempre alimentos sanos, saludables, prácticos y cómodos, apuntando al almuerzo ligero”, contó.
La pandemia, afirmó, “nos castigó muchísimo”. “Hubo que reinventarse, estábamos en un proceso de crecimiento. Habíamos decidido vender fuerte en el micro y el macrocentro, consolidábamos a muchos clientes. Con la pandemia nos encontramos con que el 68 por ciento cerró, fue una encrucijada complicada, decidimos ajustarnos, romper ahorros para mantener el staff, con la incertidumbre del momento”, indicó.
Así nació la tienda online que “superó ampliamente nuestras expectativas” y llegaba directamente al consumidor final: “ampliamos el surtido, llegamos a las casas de los clientes, pensando que era un negocio para un rato pero terminada la pandemia, podemos decir que es una porción importante del negocio. Vino para quedarse y sigue creciendo”.
Consultado por los problemas actuales que enfrentan, aseguró que la inflación es el principal y complica la producción, enormemente. “Competidores nuestros se han retirado del mercado, pero estamos llegando a nuestra capacidad de producción y la inflación es lo más complejo, se nos hace difícil pelear contra la inflación”, lamentó.
A pesar de esto, en el futuro de Huertas, dijo habrá cosas nuevas: “tenemos un replanteo de la venta al consumidor final y estamos terminando de desarrollar toda una nueva línea de productos, de sánguches gourmet, que requiere maquinaria, ampliarnos”.
Por último, destacó que si bien es difícil emprender, “Argentina te da muchas oportunidades para poder crecer”. “Quienes conducimos una pyme somos multifacéticos, pero no obstante eso y las dificultades del escenario económico, creo que en Pilar nos fue bien, no nos podemos quejar”, concluyó Pablo Arias.
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