El jueves los propietarios y responsables de gimnasios y canchas de fútbol en Pilar mantuvieron una reunión con el intendente Federico Achával y funcionarios del Ejecutivo para dialogar sobre la posibilidad de reabrir la actividad con una serie de protocolos.
Los representantes agrupados bajo el nombre de Gimnasios y Academias Unidas de Pilar habían entregado una carta firmada por 35 establecimientos de Pilar centro, Presidente Derqui, Del Viso y Manuel Alberti con la solicitud concreta de contar con la habilitación para poder trabajar.
Sin embargo, tras dos horas de diálogo, los representantes se fueron sin la luz verde para volver a trabajar después de seis meses. “No obtuvimos nada, ningún punto de partida. Salimos igual que entramos, sin fechas de flexibilización. El Municipio nos atendió muy bien, nos escuchó a todos, nos dio el lugar, se preocupó por el tema pero todo dependerá de Provincia”, indicó a Diario Resumen Heveri Ponsiano.
Es decir que, si Provincia no habilita la actividad, la Comuna no podrá hacer nada al respecto a pesar de los protocolos que han presentado. “Presentamos todo, nos guiamos por la Cámara Argentina de Gimnasios. Los gimnasios hoy son seguros, somos agentes de salud, tenemos todos los protocolos, se trabaja con turnos. Tenemos todas las condiciones de trabajar, no como antes, pero sí para hacerlo en la nueva realidad”, amplió Ponsiano.
Entre las propuestas se encontraba la posibilidad de hacerlo al aire libre, con turnos y pocas personas, respetar el distanciamiento social, uso de barbijo o tapabocas, alcohol en gel y más.
Después de seis meses, los ánimos son cada vez más bajos y muchos locales están luchando para poder sobrevivir, en su caso, dijo, trató de rebuscárselas de diversas formas.
“El sector ya no da para más, después de seis meses sin trabajar, la industria está destruida y estamos muy angustiados. En estos meses yo para sobrevivir, usé mucho el ingenio y me conocen mucho en Pilar, entonces pude encontrarle la vuelta. Hice un formato de trabajo online, alquilo las máquinas, el equipamiento”, contó y agregó que ese dinero lo utiliza para el alquiler del local y los sueldos de los profesores. “Es una situación de extrema supervivencia. Tenemos angustia, bronca, pero no estamos en contra de nadie. Creo que el Municipio debería buscarle la vuelta por sus comercios”, cerró Heveri Ponsiano.
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