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En Mataderos, el Cuervo cayó 3 a 0 con el Torito y sumó su quinta derrota consecutiva. Gómez -2- y Farías marcaron los tantos en las únicas tres llegadas locales del primer tiempo. El Cuervo jugó 71 minutos con uno menos por expulsión de Cerruti.
Fénix recibió un golpe muy duro en sus ilusiones. El sábado por la tarde, el Cuervo llegó a Mataderos con la expectativa de iniciar la recuperación tras cuatro derrotas al hilo. Sin embargo, pese a hacer un buen partido, padeció la contundencia del líder, no pudo romper la barrera de los 50 puntos y redujo al mínimo sus chances de clasificar al Reducido por el segundo ascenso.
Por la 38° fecha de la Primera B Metropolitana, en el estadio República de Mataderos, el albinegro perdió por 3 a 0 frente a Nueva Chicago y sumó su quinta derrota de manera consecutiva. Cristian Gómez, en dos oportunidades, y Agustín Farías, de penal, marcaron los goles.
Fénix pagó caro cada uno de los errores cometidos en el primer tiempo. A los 19 minutos, se quedó con diez jugadores por una inexplicable acción de Daniel Cerruti. Y, con Gómez brillante, el Torito liquidó el juego en la primera mitad.
Ahora, el Cuervo intentará cortar la pésima racha el próximo sábado desde las 11 en el estadio Carlos Barraza frente a Villa Dálmine. Además, el miércoles 14, a las 15:30, visitará a Almagro en José Ingenieros.
En detalle
Fénix quiso sorprender en el inicio y, antes del minuto, tuvo su primera situación. Leonardo Ruiz jugó desde el círculo central para González que le ganó en velocidad a Adrián Scifo y envió el centro que Mariano Puch no pudo conectar.
En esos primeros minutos, el Cuervo se cerró atrás, anuló los circuitos de juego del local y apostó a los contraataques veloces. Mientras tanto, el Torito, con mayor posesión de pelota, careció de profundidad.
Y en esa presión, Fénix forzó un error en la salida local. A los 16 minutos, un rechazo corto quedó en la puerta del área para Ruiz –de flojo encuentro-, que remató débil a las manos de Nicolás Tauber.
Cuando el Cuervo parecía mejor plantado en el partido, Cerruti cometió un error infantil: a los 19 minutos, el Pelado pisó a Melo cuando disputaba la pelota en el suelo. Lucas Di Bastiano lo expulsó y el albinegro quedó con un hombre menos.
Pese a la desventaja numérica, el conjunto pilarense logró sostener el cerrojo defensivo y hasta tuvo otra situación clara. A los 25 minutos, González sacó un tiro libre a la puerta del área para Ruiz, que remató a rastrón, pero Tauber desvió el disparo y Diego Sosa no llegó a empujar el rebote.
Tras desperdiciar chances, en la primera posibilidad, Chicago facturó. A los 32 minutos, Martín Caballero recibió con libertad sobre la izquierda y metió el centro atrás para Gómez, que metió un derechazo furibundo de primera.
Con la ventaja, el local empezó a manejarse con más tranquilidad, aunque sin mostrar una superioridad marcada. Aún así, a los 40 minutos, Gómez recibió en el área y, cuando Sosa se arrojó al piso, se desplomó. Di Bastiano compró la caída y cobró un penal inexistente que Farías cambió por gol.
Con ese tanto, el partido se le volvió cuesta arriba a Fénix, que igualmente tuvo otra situación clara a los 45 minutos, cuando Marcos Riquelme llegó hasta el fondo por derecha y envió el centro para González que, de derecha, definió esquinado y obligó a la gran atajada de Tauber.
En la continuidad de esa jugada, Chicago salió de contra. Scifo profundizó para Baldunciel, que remató y tapó Hernández. El tiro salió desviado a la derecha para Gómez que, ante la marca de Sosa, la pisó y la “pinchó” para convertir el tercero, pese al esfuerzo de Hernández.
Así, el líder del torneo liquidó el partido en un tiempo y el complemento pareció sobrar. Fénix jugó con vergüenza deportiva para intentar algún descuento decoroso. Lo tuvo Puch a los 9, pero tapó Tauber. Además, Di Bastiano no cobró dos claros penales sobre Riquelme.
En tanto, el Torito también tuvo algunas posibilidades para ampliar el marcador. La más clara fue de Ezequiel Petrovelli, a los 22, pero demoró y tapó Hernández.
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