Sábado 23 de Noviembre de 2024

Familiares y allegados de David Rosso pidieron el apoyo del Municipio


  • Jueves 11 de Diciembre de 2014
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Se desplegaron con pancartas antes del inicio de la sesión ordinaria en el Salón de Sesiones del HCD. El niño, de 10 años, falleció por las heridas que le provocó la caída de una columna en una iglesia evangélica de Manuel Alberti. En la jornada de hoy, el tratamiento del presupuesto y otros temas calientes que se preveían en la sesión ordinaria del Honorable Concejo Deliberante quedaron por un momento en segundo plano, a raíz de una protesta encabezada por familiares y allegados de David Rosso, el menor de 10 años que falleció tras el derrumbe de una columna perteneciente a un templo evangélico en Manuel Alberti. Con pancartas y consignas, los manifestantes solicitaron el apoyo del Ejecutivo y sumaron en su petición a los concejales para exigir la clausura del sitio religioso, y el acompañamiento de las autoridades en la causa que se libró contra el pastor encargado de las instalaciones. En declaraciones al programa “La Mañana de Resumen”, de FM del Sol (91.5), el padre de la víctima, Julio Rosso, señaló que se dirigieron al palacio municipal “con la esperanza de encontrar justicia” y con la intención de que David “pueda descansar en paz”. Al respecto, Rosso explicó que el proceso judicial ya está en marcha, y son dos letrados de Pilar quienes llevan adelante el pleito contra el responsable del lugar, que a su vez se había comprometido a pagar los costos médicos generados luego de la internación de David en el Hospital Austral, algo que finalmente no ocurrió y dejó a la familia del menor fallecido con una cuenta a pagar de casi 1,5 millón de pesos. “Conozco a otros pastores y sé que hacen las cosas con amor y por el bien de los demás. No quiero generalizar. A esta persona se le acabó el amor cuando pasó todo. A mi hijo no me lo va a devolver, pero quiero que deje de realizar esta profesión o lo que haga”, lamentó. Además, Julio recordó que posee imágenes de la iglesia evangélica y particularmente de las columnas como la que se desplomó, y afirmó que en ellas “se ve que están mal construidas y son un peligro para todos”. “Como pastor espiritual, lo mínimo que tendría que haber hecho es venir a dejarme el pésame y parece que no le importó. No cerraron por duelo ni nada, siendo que mi hijo era querido por la comunidad. A mí no me interesa la plata, sino que este hombre pague por todo lo que hizo. Ni todo el oro del mundo va a devolverme a mi hijo”, concluyó.

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