La repercusión de nuestra nostálgica nota sobre la pista de hielo Akila en el emblemático edificio de Lorenzo López 554 –hoy sede de la Iglesia Universal Catedral Pilar– motivó a que continuáramos la historia del lugar con otro rubro dedicado al divertimento que durante más de una década convocó a miles de entusiastas de la música tropical, estamos refiriéndonos a Exótico Bailable, la bailanta de Pilar.
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Hacia fines de los ’80 ya funcionaba en el lugar una propuesta similar: Fenómeno Tropical. En ese momento, dos comerciantes de Pilar dedicados al rubro de distribución de bebidas e integrantes de la comisión directiva del Club Abrojal, Osvaldo Galera y Víctor Ghiglione, se enteran que, por diversos motivos, el Municipio no renovaría el permiso para que el titular del bailable continuara con la actividad. No emparentados con el rubro, pero interesados en darle continuidad al boliche, buscan asociarse con amigos en común que si estaban en la movida tropical.
Es así que suman al proyecto a Eduardo Paladino y Horacio Girado, quienes proponen visitar a los dueños de populares locales bailables de José C. Paz, la ‘meca’ de la música tropical por aquellos años.
“Es así que fuimos a hablar con los responsables de Tornado y Scombro, ubicados en el cruce de la ruta 8 y 197 –contó a Resumen Víctor Ghiglione–. Al no encontrar eco en esos lugares, fuimos a Supertropi, una bailanta cerca de la estación de trenes de José C. Paz. Ahí conocimos a Juan Russo, que no dudó en darnos una mano en nuestro proyecto de continuar con la actividad en Pilar; tanto que se convirtió en el quinto socio del proyecto de Exótico Bailable, dejando en poco tiempo su actividad en José C. Paz, para dedicarse a pleno al negocio de Pilar”.
“Se hicieron mejoras en el local, implementando un nuevo escenario, un entrepiso, dos barras diferentes, alquilando en los primeros tiempos la iluminación y el sonido. El nombre de la bailanta lo sugirió Juan (Russo) y surgió de un tema de moda en ese momento: “Exótica” del grupo Las siete lunas”, añadió.
“Para la noche de inauguración convocamos a 20 de las bandas más renombradas del momento, costumbre que repetimos en cada aniversario. Puedo asegurar -acotó Ghiglione- que desde el primer día arrancamos con el pie derecho y siempre tuvimos un lleno total en el local, con capacidad para 4.000 personas”.
Como locutores del bailable pasaron reconocidos presentadores de la movida tropical: Fabián Banchero, La Tota Santillán y los locales Pablo Shaab, Adrián Pacheco, David Magnarelli y Hernán Fernández entre otros.
La bailanta abría viernes, sábados y vísperas de feriados. “También implementamos con mucho éxito las matinés los domingos –recordó Ghiglione- arrancaba a las 18 y terminaba a la medianoche, estaba dedicada a público adolescente y no se vendían bebidas alcohólicas”.
Se podría decir sin dudarlo, que durante toda la década de los ’90, pasaron todas las figuras de la música tropical en la época de su mayor plenitud, para destacar por ejemplo a Rodrigo quien llegó por primera vez cuando aún no era tan conocido, con su recordado look de pelo largo y con el ‘Himno del Cucumelo” como su tema más conocido.
“Con el tiempo vino varias veces -aseguró nuestro entrevistado- y se convirtió en el artista al que tuvimos que pagarle el más alto cachet, aún más que los artistas internacionales que contratamos como Dyango y Los Ángeles Azules”.
Con tantos grupos y solistas reconocidos, en Exótico Bailable hubo poco espacio para las bandas locales. La excepción fue la ‘Banda del 10’.
“No sé cómo pude convencer a Juan Russo, pero una vez lo fui a hablar y se ve que le caí bien, porque siempre tuvimos nuestro lugar en Exótico”, comentó a Resumen Claudio Arévalo, integrante de la banda pilarense, de la que aún se puede ver en acción en un video casero en Youtube, que cuenta con miles de visualizaciones.
Si bien como fue algo común en otras exitosas bailantas de la época, Exótico no sacó material discográfico propio, ya sea para obsequiar o comercializar. Sin embargo, indirectamente promovió la difusión de un requerido material discográfico con el título de “La guerra de los colores”.
La muy rentable producción discográfica nació precisamente en Exótico Bailable, cuando sus responsables le proponen a Chelo, líder del grupo Red, hacer una noche con la actuación en simultáneo de las bandas creadas a partir de su grupo. Así nació La Guerra de los colores, con la participación de las bandas: Green, Blue y Yellow. Esta última también conocida como "Contagio". La iniciativa contó con los otros líderes de las formaciones: Javier, Carlos y Emiliano.
Tampoco hubo actividades que no tuvieran que ver con la música tropical, salvo un cierre de campaña de Carlos Menem y la presencia de Diego Maradona en una noche recordada por muchos pilarenses, que tuvieron el privilegio de fotografiarse con el ídolo del futbol mundial.
Hacia mediados de los ’90 el negocio se diversificó, la sociedad comenzó a incursionar en la organización de corsos para la época de carnavales, con recordadas noches carnestolendas en Pilar, General Rodríguez y Torres, entre otras localidades.
El 25 de abril de 1995 los inquietos empresarios de la noche concretaron otro importante objetivo: la radio propia. Nacía en un local aledaño a la bailanta Radio Exótica, creada con el solo objetivo de promocionar el bailable.
“Teníamos un gran alcance en toda Zona Norte y con la radio duplicamos la cantidad de asistentes a la bailanta –aseveró Ghiglione- ya que comenzó a venir gente de otros lugares, atraídos por la oferta de artistas en determinados fines de semana”.
Hasta ese momento, Exótico ya había tenido programas radiales y televisivos en Pilar, que ayudaron la promoción del bailable junto a publicidad mural, pintadas, cartelería y móvil a través de autos con parlantes y el avión.
Pero no todas fueron buenas para los inquietos socios, había surgido la posibilidad de abrir otra bailanta en pleno centro de Zárate, donde se realizó una gran inversión que finalmente no pudo recuperarse.
“Alquilamos un local que hubo que reformar completamente –recordó con pesar Ghiglione– y cuando lo tuvimos listo, nos llegó la noticia de que el Concejo Deliberante de Zárate no permitiría la apertura del bailable, por lo que tuvimos que desistir de la idea, con mucho dinero invertido que lamentablemente perdimos”.
En 1999 se venían elecciones generales en el país, la provincia y por supuesto en Pilar. Entre sus promesas a la comunidad, el entonces candidato a intendente Sergio Bivort, se comprometió a erradicar los bailables del centro de Pilar, proponiendo trasladar la actividad a un corredor sobre ruta 8. Un requerimiento de parte de la sociedad pilarense, sobre todo la que residía en el casco céntrico.
Ya instalado en la intendencia, el nuevo jefe comunal cumplió con lo prometido en la campaña y los cañones apuntaron a Exótico Bailable.
“Tuvimos una reunión donde el gobierno se comprometió a ayudarnos a instalarnos en otro lugar, apoyo que nunca llegó a concretarse -admitió Ghiglione- y nos fue imposible continuar con la actividad, dado a la inversión que suponía la mudanza a otro espacio, todavía fresca la mala experiencia y la importante pérdida monetaria que habíamos tenido con nuestra fallida idea de abrir un Exótico Bailable en Zárate”.
La sociedad finalmente se disolvió y la dupla Ghiglione-Russo, siguió durante un tiempo con la radio. Víctor logró quedarse con la titularidad de la emisora y en un audaz cambio de timón, la transformó en una propuesta radial totalmente diferente: Nacía la 100.3 Radio X Pilar, una de las radios de mayor penetración en la comunidad pilarense actualmente y de alcance regional.
Consultado Ghiglione sobre la posibilidad de una vuelta de Exótico, el empresario no dudó en vislumbrar que siempre la posibilidad estuvo latente. “Desde que cerramos hace más de 20 años, no estoy faltando a la verdad si les digo que siempre me encuentro con gente que fue a Exótico y que me pide que vuelva –aseguró-. No puedo negar que más de una vez me replanteé tal posibilidad, pero está supeditada a condiciones especiales que hoy no están dadas”.
“Cambio mucho la sociedad, me preocupa mucho el tema de la violencia, que hace 20 años no estaba tan instalada. Por supuesto que en nuestra época se armaban grescas dentro de la bailanta por distintos motivos. Siempre cuidamos en desactivar los problemas lo antes posible, sacando afuera a los revoltosos. Por ahí las trifulcas seguían en la calle, pero una vez dirimido el problema, por lo general los que se peleaban entraban abrazados de nuevo a bailar. Hoy es distinto, las peleas terminan cuando alguien se desmaya. Hay barras que van con la idea de promover actos violentos y no a divertirse”, concluyó.
Oscar Mascareño
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