Este fin de semana culmina una nueva etapa de la cuarentena planteada por las autoridades, y a pesar de las expectativas respecto de cómo continuarán las medidas a partir del próximo lunes, nuevamente el escenario que se vive obliga a seguir con las mismas condiciones.
De esta manera, y considerando que las aperturas son más que suficientes para el momento de la pandemia, desde el gobierno se ha planteado la permanencia en fase 3 para el territorio del AMBA, el cual integra el distrito de Pilar.
Se trata de una decisión que se venía adelantando desde la reunión que el gobernador Axel Kicillof mantuvo con varios intendentes de la región el pasado jueves, entre ellos Federico Achával, donde se manifestó: “Tenemos que seguir controlando la movilidad y apelando a los cuidados personales. Sabemos que esta situación genera angustia y muchas dificultades, pero la única forma de evitar los contagios es el aislamiento y el distanciamiento”.
Allí mismo, el mandatario local sostuvo que “nuestra prioridad es seguir trabajando de forma coordinada para cuidar la salud de los pilarenses”. Y manifestó que diariamente se evalúa el panorama en el distrito para pensar en los avances, que serán “de a poco”.
Sin embargo, más allá de las aperturas en el comercio, la industria y hasta los deportes individuales que regresaron esta semana; en los últimos días son varios los pedidos que llegaron al Municipio para la reapertura de actividades, como por ejemplo los rubros gastronómicos y de la construcción, que ya han tenido un primer contacto con la Comuna presentando protocolos para regresar al trabajo, pero aún son situaciones por resolver a futuro.
A pesar de que un mayor grado de apertura parece estar fuera de análisis por el momento, por ahora tampoco se ha decidió dar marcha atrás, y representa un pequeño triunfo si se tiene en cuenta la preocupación que han generado las cifras de contagios en los últimos días, donde se superaron los 10 mil casos diarios.
De hecho, al hablar del AMBA, la situación ofrece un ejemplo aún más claro, ya que luego de anunciar un amesetamiento de la región, las autoridades sanitarias indicaron que esos índices positivos quedaron en el pasado.
Fue el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, quien destacó: “Hubo una meseta hace unas semanas, pero después hubo aperturas y marchas, y siete o diez días después, eso se reflejó en un aumento de los casos. Es evidente; se sabe que la gente se contagia cuando se encuentra con otras personas”.
Y agregó: “La provincia está en una situación complicada, todo el país lo está, superamos los 10 mil casos. Aunque comparativamente, la provincia está bien porque el sistema de salud se preparó mucho”, refiriéndose en ese caso a la preocupación del Gobierno Nacional por el crecimiento de los casos en el interior del país, donde muchas veces la respuesta sanitaria no tiene las mismas capacidades que en el AMBA. Finalmente, Kreplak apuntó que si bien las camas de terapia intensiva continúan estables, “la situación es de franco crecimiento”. “Pensemos que hay un porcentaje de la sociedad, aproximadamente el 40 o 50 por ciento, que no se está movilizando. Ese porcentaje de la población ha salvado al resto, pero si cambiara esto y todos salieran a la calle, esto puede incrementarse”, cerró, avalando la decisión de continuar con las mismas medidas como hasta ahora.
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