Será el 23 y 25 de abril. El conductor que la atropelló iba alcoholizado y la familia de Érika solicita “homicidio con dolo eventual”.
Érika Perezlindo, oficial de 25 años, falleció el 26 de noviembre de 2017 luego de ser atropellada por Diego Gabriel González (35) en el kilómetro 46 de Panamericana cuando la oficial se encontraba señalizando la zona de un accidente.
González circulaba con 1,99 gramos de alcohol en sangre al momento de atropellar no solo a la oficial de tan solo 25 años, sino también al conductor de la Guardia Urbana, Juan Molina. El 12 de diciembre, 15 días después de la muerte de la oficial, González fue puesto en libertad.
[blockquote footer=""]“El dolor y la tristeza es inmenso, sus hijas quieren verla, sus hermanos. Es todo muy triste y esta persona no tiene idea del el daño que causó”[/blockquote]
Finalmente, a un año y tres meses de la muerte de Érika, que era madre de dos niñas de 8 y 5 años, se ha estipulado que el juicio se realice el 23 y 25 de abril. “Ya fuimos notificados del inicio del juicio y yo lo único que pido es que se haga justicia, que se cambie la carátula del homicidio”, relató Alejandra, madre de Érika, en diálogo con Diario Resumen.
En su momento la fiscal María Inés Domínguez no solicitó prisión preventiva y consideró que no correspondía el cambio de carátula de “homicidio culposo” a “homicidio con dolo eventual” pero Alejandra, mantiene hasta hoy la esperanza.
“Estoy nerviosa, me da un poco de miedo porque no sé qué pasará pero sí pido que la justicia sea justa. Yo sé que cualquiera puede tener un accidente, pero esta persona estaba alcoholizada, quiso huir. Ya de por sí, subir al auto tomado, es una falta. Provocó esta tragedia para nosotros, nos destruyó la vida”, relató con tristeza.
Alejandra admite que no hay día que pase que no piense en su hija y que aún le cuesta aceptar que ya no esté: “el dolor y la tristeza es inmenso, sus hijas quieren verla, sus hermanos. Es todo muy triste y esta persona no tiene idea del el daño que causó”.
La expectativa de Alejandra es conseguir justicia por su hija y poder decirles a sus nietas que, quien le quitó a su madre, pagará por el crimen. “Lo único que quiero es que la justicia tenga en cuenta que él estaba alcoholizado, esquivó ambulancias, quiso darse a la fuga. Quiero que vaya preso, que sea una condena efectiva porque creo que él estaba consciente de lo que hacía, sino no hubiese escapado”, dijo.
“Quiero que pague por la muerte de mi hija. Él no sabe el dolor que nos causó, no sé si se detuvo a pensar en el daño que hizo. Quiero poder decirles a mis nietas que la persona que mató a su mamá, está presa, pagando. Se lo debo a mi hija, a mis nietas”, cerró Alejandra.
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