El sábado no habrá trenes en el AMBA por el Día del Ferroviario y el conflicto salarial

En el marco de la conmemoración del Día del Ferroviario y como parte de un plan de lucha en reclamo de mejoras salariales, La Fraternidad, el gremio que representa a los maquinistas de trenes, confirmó que este sábado no habrá servicios ferroviarios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

La medida de fuerza afectará a las líneas Roca, Sarmiento, San Martín, Belgrano Sur, Mitre y Urquiza, que conectan la Ciudad de Buenos Aires con 40 municipios de la provincia de Buenos Aires, y generará importantes complicaciones en el primer día del mes.

La decisión fue anticipada por el sindicato a finales de enero, tras el último paro nacional de trenes. Esta vez, fue ratificada por el secretario general de La Fraternidad, Omar Maturano, quien explicó que los trabajadores del sector no prestarán servicios durante toda la jornada.

“Cada conductor y cada ayudante de La Fraternidad no va a trabajar el sábado. Ese día se conmemora que en 1948, el general Juan Domingo Perón nacionalizó los ferrocarriles”, recordó el dirigente gremial en una conferencia de prensa.

Conflicto salarial y paritarias congeladas

La medida de fuerza se inscribe en un contexto de fuerte tensión entre los trabajadores ferroviarios y el gobierno de Javier Milei. Desde La Fraternidad rechazan el ajuste salarial que busca imponer la administración libertaria, con aumentos mensuales topados al 1 por ciento y sin ninguna recomposición real por la alta inflación acumulada.

Además, el sindicato exige una recomposición del 46 por ciento, porcentaje que consideran necesario para recuperar el poder adquisitivo perdido durante los primeros meses de la nueva gestión. El último incremento propuesto por el Ejecutivo fue del 3,5 por ciento, cifra que los trabajadores consideran “irrisoria” frente a un contexto inflacionario que superó el 50 por ciento solo en los dos primeros meses de gestión de Milei.

Por otro lado, en diciembre de 2024, el Gobierno había dictado la conciliación obligatoria para desactivar un paro ferroviario previsto para el 18 de ese mes. Sin embargo, concluida la instancia de negociación obligatoria, no hubo avances y el conflicto quedó latente.

A raíz de esto, el malestar entre el gremio y el gobierno se profundizó luego de que Trenes Argentinos utilizara cartelería oficial en estaciones para señalar públicamente a Omar Maturano como responsable de las medidas de fuerza. Por lo que el dirigente no dudó en repudiar la maniobra, considerándola un acto de persecución y hostigamiento sindical. “Si van a poner mi nombre y mi foto en cada estación cuando hay paro, también deberían nombrar a los responsables cuando hay demoras, cancelaciones o accidentes”, apuntó.

Maturano afirmó que la culpa es del Ministro de Economía, Luis Caputo, por no asignar los fondos necesarios para el mantenimiento de los trenes. “Si no hay plata para reparar formaciones o mejorar la infraestructura, los pasajeros tienen que saber quiénes son los responsables reales, no los trabajadores”, aseguró.

El reclamo de La Fraternidad no es aislado. Desde otros gremios vinculados al sector ferroviario y el transporte público advierten que el congelamiento salarial está llevando al sistema ferroviario a una situación crítica.

El 28 de enero, La Fraternidad realizó un paro nacional que paralizó los servicios desde las 9 hasta las 15. La medida afectó tanto a los pasajeros del AMBA como a los usuarios de ramales regionales en todo el país. Sin embargo, los servicios de larga distancia no se vieron interrumpidos.

Esto demuestra que esa jornada marcó un punto de inflexión en el conflicto, ya que el Gobierno nacional reaccionó con dureza acusando al gremio de provocar pérdidas millonarias. A partir de esto, en un comunicado oficial, el Ejecutivo estimó que el paro representó una pérdida superior a los 100 millones de pesos por los boletos no vendidos.

Finalmente, el paro de este sábado no solo pondrá a prueba la capacidad de presión de La Fraternidad, sino también la estrategia del Gobierno, que hasta el momento mantiene un discurso inflexible sobre las paritarias y el ajuste fiscal.

Desde el sindicato adelantaron que, de no haber una convocatoria formal a negociar una recomposición acorde a la inflación, las medidas de fuerza podrían escalar durante el mes de marzo con nuevos paros sorpresivos o acciones coordinadas con otros gremios del transporte.