La realidad que viven actualmente los ferrocarriles preocupa a los usuarios, y el futuro no parece nada alentador. El Gobierno nacional ha planteado abiertamente que pretende entregar este servicio de transporte a manos privadas, y es por eso que su intención es reducir su intervención y el gasto, más allá del impacto operativo.
Actualmente, la Secretaría de Transporte depende del Ministerio de Economía que comanda Luis “Toto” Caputo, quien pretende achicar la nómina de personal y preparar las empresas para la privatización parcial o total, pese a los reparos que plantea el propio sector privado.
Según indicaron desde el sitio especializado EnelSubte, las nuevas autoridades de Trenes Argentinos no toman ninguna decisión relacionada con los servicios a su cargo, más allá de implementar las directivas de ajuste indicadas por Economía.
En ese marco, el directorio de Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE) dio a conocer una resolución de directorio en que se aprobó un plan de reducción de personal, la suspensión de coberturas de vacantes y relevos, y la elaboración de un plan de retiros voluntarios.
Vale destacar que la SOFSE, que opera cinco de las siete líneas ferroviarias del AMBA y todos los servicios de pasajeros regionales y de larga distancia, es la mayor de las empresas ferroviarias del Estado y emplea a unos 23 mil trabajadores.
El objetivo del Gobierno, según se informó, es reducir la plantilla en un 30% en las distintas empresas ferroviarias, a través de un esquema que apuntaría a despedir a un 15% del personal en el corto plazo y otro 15% a lo largo del próximo semestre.
En tanto, la parálisis en SOFSE va más allá del ahorro de personal, ya que desde el cambio de gobierno están paralizadas todas las licitaciones pendientes, incluyendo algunas fundamentales para la continuidad del servicio, como la reparación de 24 locomotoras SDD7 para la línea San Martín.
Estos trabajos habían sufrido varias idas y vueltas con su licitación, hasta que finalmente fueron adjudicados en diciembre a la firma china CRRC. No obstante, la puesta a punto de las unidades que se encuentran sobrepasadas de kilometraje y uso recomendado nunca se ejecutó, y al parecer no se hará en la brevedad.
Finalmente, otro de los aspectos más graves en cuanto a garantizar los servicios, tiene que ver con la falta de gasoil en distintos depósitos que sirven a las líneas con tracción diésel. Desde hace tres meses YPF reclama a la SOFSE por facturas de combustible impagas, y de no resolverse esta situación, podría verse seriamente comprometido el servicio de la línea San Martín y de los ramales diésel de las líneas Mitre y Sarmiento, entre otros.
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