Se trata de la propuesta llevada adelante por un grupo de jóvenes pilarenses, que con la colaboración del concejal Adrián Maciel, desarrollan jornadas deportivas para juntar alimentos y ropa.
Un gesto más que notable ha nacido de parte de un grupo de jóvenes de Villa Morra y Del Viso, que convirtieron el clásico partido de fútbol entre amigos en un vehículo hacia la solidaridad, utilizándolo para colaborar con comedores y merenderos del distrito.
Así, de forma periódica en las canchas Fair Play y La Gambeta del barrio Los Troncos, que ceden las instalaciones sin costo, los jóvenes organizan partidos cuya consigna para participar es el aporte de alimentos no perecederos, ropa o útiles escolares, que son luego destinados a los merenderos “Renacer” de La Pilarica, “Una nueva esperanza” de Agustoni, y al comedor “La Esperanza” de Manzanares.
Cabe señalar que la llegada a estos lugares, se dio a partir de la colaboración del concejal Adrián Maciel, quien habitualmente brinda apoyo a estas instituciones.
Es una manera de unir la pasión y la solidaridad en una misma actividad”
“Es una manera de unir la pasión y la solidaridad en una misma actividad”, afirmó el edil, quien también destacó la voluntad de los jóvenes que se sumaron canalizando su vocación solidaria a partir del fútbol 5.
Cabe recordar que los partidos cada vez tienen más convocatoria, y aseguran que la invitación no solo se reduce a los jugadores sino que tanto familiares como amigos se suman a la cruzada aportando mercadería y ropa. Asimismo, manifestaron que la intención es continuar de forma regular con estos encuentros e ir ampliando el número de colaboradores.
Respecto de los lugares con los que se contribuye, se puede señalar que el merendero “Renacer” de La Pilarica es obra de Alba Encina, una misionera radicada hace años en Pilar, que en el patio de su casa decidió darles la merienda a los chicos del barrio.
“El trabajo que hace Alba es muy valioso y vamos a seguir colaborando con ellos”, aseguró Maciel, que en el verano junto a su equipo ayudó a la construcción del techo del sitio con materiales que aportó la Municipalidad, para que los chicos puedan concurrir también los días de lluvia.
De forma similar, “Una nueva esperanza” nació en Agustoni de la mano de Ana Santillán y su familia. Allí son 40 los chicos que se acercan a recibir su merienda y las obras para la construcción del quincho están avanzadas.
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