Dos jóvenes pilarenses promueven el reciclado de plástico con el objetivo de preservar el medio ambiente, y establecer un vínculo que permita brindar apoyo a los sectores más vulnerables de la sociedad.
En tiempos donde nuestro planeta envía claras señales de lo que la humanidad provoca en él, la premisa que siguen dos jóvenes pilarenses llama a la reflexión. “La problemática ambiental es global, pero las acciones son locales”, sostienen María Paz Aznarez y Lucía Amarante, quienes comenzaron su proyecto con la idea de que la comunidad pilarense comience a contribuir con su granito de arena en cuestiones medioambientales.
Estas dos amigas son las creadoras de Ecobotellas Pilar, un espacio que busca promover el reciclado de plástico de una manera innovadora, y por medio de la cual se puede brindar apoyo a sectores vulnerables de la sociedad.
“Movidas por las ganas de hacer algo por nuestro planeta, quisimos sumarnos a la Fundación llena una botella de Amor Argentina. Esta fundación recolecta botellas rellenas de plástico de un solo uso con las cuales a través de un proceso de reciclado llevado a cabo por la empresa Econciencia se transforman en madera plástica. La colecta se canjea por mobiliario para personas en situación de vulnerabilidad”, describen.
Asimismo, en diálogo con
Resumen, María Aznarez cuenta que “la iniciativa surgió a partir de una publicación que vimos de esta fundación, y que nos llevó a empezar nuestras propias botellas para ayudar desde nuestro lugar. Empezamos a contagiar a nuestras familias, a nuestros amigos, pero nos quedaba chico. Por eso pensamos en traer el proyecto a Pilar para que se difunda entre la comunidad y se tome consciencia de la importancia del reciclaje, ya que se consume y desecha muchísimo plástico que termina en basurales”.
Con el objetivo en mente, las pilarenses se comunicaron con la fundación. “Queríamos saber cómo podíamos aportar para esto, cuáles eran los requisitos, y la realidad fue que nos encontramos con que sólo necesitábamos tener ganas de hacerlo”, sostuvo.
De esa manera, el distrito se convirtió en uno de los tantos puntos de acopio con los que cuenta la fundación a lo largo del país, y los vecinos podrán aportar a la gesta con sus “botellas de amor”. Estas botellas según cuenta la vecina, “consisten en rellenar cualquier botella de plástico con cualquier objeto del mismo material, ya sea un cepillo de dientes, un paquete de arroz, un sache de leche o el envoltorio de snacks”.
Se consume y desecha muchísimo plástico que termina en basurales”
“Cuando se juntan 2 mil botellas o más, la fundación las busca para luego llevarlas a la empresa que fabrica los productos, que van desde casas hasta juegos para chicos. Y luego de entregar una cierta cantidad de toneladas, se canjea por un mobiliario para entregar a la comunidad que realiza la colecta”, manifestó.
Lugares de acopio
Mientras destaca que en poco tiempo se ha tenido “una muy buena repercusión”, Aznarez recuerda que por el momento, el Centro Cultural Mermelada (Colectora Este de Panamericana kilómetro 44) es el único que se encuentra recibiendo las ecobotellas, los lunes y miércoles de 17 a 20; por lo que invita a cualquier institución con ganas de sumarse como punto de acopio a comunicarse a través de la cuenta de Instagram, vía mail a
ecobotellaspilar@gmail.com o al 0230-15-4308382. “La idea es facilitar lugares para que la gente pueda acercar sus botellas y nosotras las iremos retirando a medida que se acumulen”, explicó.
Quienes quieran sumarse y aportar su granito de arena, pueden conocer más sobre el proceso de las ecobotellas en Instagram: @ecobotellaspilar.
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