En el marco de la celebración una madre y un profesor expresaron sus vivencias con chicos especiales. Ambos expresaron que, principalmente aprendieron la importancia del amor y los detalles.
El 21 de marzo se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Down y las historias en nuestro distrito abundan y son el fiel reflejo de la importancia de la inclusión, ya que muchas veces los padres o los mismos niños, deben enfrentar fuertes críticas y discriminación.
Patricia Zapata formó parte de la ex Asociación del Síndrome de Down y, además, su hija Maitena de 16 años, lo posee. Hoy, la menor baila en la Fundación de Julio Boca y asiste al Centro Modelo del Pilar, teniendo una vida normal como todos los adolescentes, aunque su madre recuerda haber tenido dificultades.
“Es difícil porque hay gente que no sabe de qué se trata, te cierran las puertas. Para mí fue muy difícil conseguir un colegio para mi hija. A medida que los van conociendo, se facilita y por eso luchamos, para que sepan que son uno más del montón”, contó Zapata a Diario Resumen.
El miedo a veces viene acarreado de la teoría de que, quienes ‘padecen’ el síndrome no saben cómo manejar sus emociones o su fuerza, pero Patricia afirma que son los niños más dulces: “son más cariñosos, afectuosos, tienen mucha más sensibilidad. Es como cualquier chico, te tratan como vos los tratas”.
Asimismo, contó que Maitena le ha enseñado grandes valores a lo largo del camino y continúa haciéndolo. “Me enseñó a ver las cosas de a poco, los logros, los detalles. Ella siempre está alegre, si uno está triste es la que tiene la energía positiva para hacerte sentir mejor”, expresó.
A esta madre, que continuará la lucha por su hija, le interesa dejar como mensaje la importancia de la inclusión: “no es una enfermedad y son iguales que todos los chicos”.
Junto a la historia de Patricia está la de Jorge Suárez, que trabaja hace más de 26 años en el área municipal destinada a la discapacidad, ahora en el sector de deportes: “todos los días te brindan satisfacciones, te enseñan a disfrutar, a ser cariñoso, responsable y tener buena conducta”, dijo a este medio.
Suárez afirma que el miedo está en la sociedad y que debe acostumbrarse a estar con ellos, “porque ellos siempre buscan reunirse”. “Cuando uno les da el lugar que se merecen y les da cariño, ellos devuelven eso. Ellos me enseñaron que el amor y el cariño, son fundamentales”.
Como mensaje, expresó la importancia de “darles el lugar que merecen”. “Que inclusión deje de ser una palabra bonita y que se haga realidad, menos teoría y más práctica. Todos los chicos especiales deben ser incluidos en nuestra sociedad”, cerró.
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