Desplome de ventas minoristas en Pilar durante abril

El reciente informe de la Cámara de Comercio e Industria de Pilar (SCIPA) sobre las ventas minoristas de abril de 2024 presenta un panorama preocupante para el sector comercial local. Con una caída promedio del 19,91% en comparación con el mismo mes del año anterior, a valores de reposición, la situación refleja una alarmante tendencia descendente que afecta a múltiples rubros.

El declive de ventas se distribuye de manera desigual entre los distintos sectores, destacándose especialmente la disminución en la venta de alimentos elaborados, con un alarmante 33% menos en comparación al año pasado. Otros rubros fuertemente afectados incluyen los materiales para la construcción, con una caída del 32%, y el sector de bazar, decoración y muebles, que experimentó una baja del 30%. Las ventas de calzados y marroquinería también se vieron considerablemente afectadas, con una disminución del 22%, seguidas por el sector de pañalera y artículos infantiles, que cayó un 18%, y la perfumería, con una baja del 17,8%.

Otros sectores que sufrieron caídas significativas fueron alimentos y bebidas (-16.80%), ferretería e insumos de servicios (-16%), servicios para la construcción (-16%), y librerías (-14%). Aunque menos afectadas, las ventas en el sector de textil e indumentaria y gastronomía y bares también registraron caídas del 7,9% y 7%, respectivamente.

Varios factores están contribuyendo a esta situación crítica. En primer lugar, el descontrolado aumento de los servicios a nivel nacional ha erosionado significativamente la rentabilidad de los comercios. Este incremento en los costos de los servicios se ha traducido en una mayor presión sobre los márgenes de ganancia de las empresas.

Además, la escalada sin freno de los impuestos provinciales y locales ha agravado aún más el escenario, imponiendo una carga financiera adicional que dificulta la sostenibilidad de los negocios. Estos costos adicionales, sumados al aumento de los alquileres, han incrementado los costos operativos, afectando tanto a pequeños comercios como a grandes empresas.

La situación descrita no solo amenaza la viabilidad de los negocios individuales, sino que también tiene implicaciones más amplias para la economía local. La disminución de las ventas y la presión financiera sobre las empresas pueden conducir a una reducción en la generación de empleo y a un debilitamiento del dinamismo económico en Pilar.

Desde Scipa, indicaron que en este contexto es vital que se implementen medidas correctivas para restaurar el equilibrio y promover la sostenibilidad financiera de los comercios. Las posibles acciones incluyen la revisión de las contribuciones provinciales y locales, la implementación de políticas de apoyo para la reducción de costos operativos, y la creación de incentivos que fomenten el consumo y la inversión en el sector minorista.