El 23 de diciembre el diacono pilarense Raúl Antonio Benítez estará cumpliendo 60 años, aunque confesó a Resumen que en su documento figura que lo anotaron el 2 de enero de 1962. De cualquier manera, ambas fechas tienen un valor emblemático para quien el próximo 11 de octubre, en el marco de las Fiestas Patronales de Pilar, será ordenado como sacerdote.
“Hay fechas muy significativas en mi vida, comenzando por la de mi nacimiento –comentó a nuestro cronista- si tomo el 23 de diciembre como fecha de mi nacimiento es la víspera de la Nochebuena y si considero el 2 de enero como tal, es la fecha en que se conmemora la primera aparición de la Virgen del Pilar en Zaragoza, España, en el año 1940”.
Su relación con la iglesia católica comienza desde muy niño. “Ya a los 9 años, comencé a recibir educación católica con las Legionarias de María y a los 16, ya estaba dando catequesis a los niños del barrio San Alejo -recordó-. Mi familia vivía muy cerca del lugar donde está la Capilla del Buen Pastor, así que fui testigo de su construcción y crecimiento. Allí me formé como animador de comunidades, misión pastoral que cumplí durante toda mi vida, tanto aquí en Pilar como en el interior y Capital Federal”.
“Trabajé con las Infancias Misionales en el sur y noreste del país. Estuve 15 años integrando las Obras Misionales Pontificias, formando parte de lo que se denominó la Renovación Carismática, acompañando al padre Luis Vilesko. Participé también en el Movimiento de Jornadas Cristianas y fui catequista durante 30 años en el Colegio Verbo Divino. Actualmente soy docente, maestro de grado en Nuestra Señora de la Paz, habiendo realizado la misma tarea en el Colegio Parroquial, acompañando durante mucho tiempo a grupos de jóvenes que iban a misionar a las provincias, colaborando con la obra del padre Adán Rocowsky”, continuó.
“A él le comenté una vez mi intención de seguir estudiando la carrera eclesiástica, a lo que me respondió: “Que seas feliz y que hagas feliz, esa es la misión que el Señor señaló para tu vida, él te dirá, cuando y donde podrás cumplir con tu sueño”. Con esa premisa, proseguí con mi labor misional, convencido de que mi vocación pastoral era el diaconado, hasta que en 2017, el padre Jorge Ritacco, a quien conozco desde que era seminarista, me incentiva a que comenzara a prepararme para el sacerdocio, aprovechando que se había abierto el curso para Diáconos en Pilar”, añadió.
“Es así que tuve dos años de formación específica, con el gran acompañamiento del Padre Hugo Lovatto, que había sido ex alumno mío. Con él estoy ocupando actualmente la secretaría del Ministerio de la Diócesis. En síntesis, hoy debo decir con mucha alegría, oración y esperanza, que ha llegado ese momento que me había anunciado hace tantos años el padre Adán y desde el próximo 11 de octubre seré ordenado como nuevo sacerdote de la Diócesis Zarate-Campana, por imposición de manos de Monseñor Pedro Laxague”, adelantó.
“En la misma ceremonia –contó-, se celebrará la ordenación diaconal de dos grandes colaboradores de la Parroquia Nuestra Señora del Pilar: Walter German Szhewarek y Claudio Trebin. Mi lema para la ordenación será una cita del profeta Jeremías: “Yo el barro, tu mi alfarero”.
El nuevo sacerdote tendrá como primer destino la Parroquia Nuestra Señora del Pilar, aunque confía en seguir trabajando en las capillas donde desarrolla actualmente su labor pastoral: Caacupe, María Auxiliadora y Sagrada Familia del barrio Agustoni; Divino Niño de Ruta 25 y Panamericana y por supuesto la Capilla del Buen Pastor de San Alejo, de la que es vecino y confía en que pronto pueda ser nombrada Parroquia.
“Soy además coach ontológico, que unido a mi propia experiencia de vida, que no ha sido fácil, tengo toda la apertura de corazón y el alma inquieta para desarrollar mi nueva función de la mejor manera posible”, expresó ilusionado el diacono a Resumen.
En el plano familiar, a Raúl le sobrevive una hermana de nombre Natividad, ya que nació precisamente un 25 de diciembre y que le dio siete sobrinos a los que confesó que adora. La ceremonia de ordenación está prevista para las 11 de la mañana del lunes 11 de octubre en la Parroquia Nuestra Señora del Pilar.
“De todas maneras la ceremonia está supeditada a los avances de la obra que emprendió el Municipio en el denominado Paseo del Centro y de las propias refacciones que se están haciendo en el templo -apuntó Benítez-. De no poder realizarse en la Parroquia, la idea es trasladar la ceremonia a las instalaciones el Instituto Madre del Divino Pastor, en Ana Mogas y Tratado del Pilar”.
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