Los médicos deben abonar capacitaciones, caja de profesionales, recertificaciones, seguros por mala praxis y los gastos de vivienda como cualquier empleado. El sueldo no alcanza y piden ayuda.
La crisis económica, la pérdida de poder adquisitivo y la dificultad para abonar servicios y alimentos, se hacen sentir cada vez más en los distintos sectores de la sociedad. La situación no es diferente para los médicos que, además de los gastos comunes, deben abonar sus capacitaciones, matrícula, la caja profesional, entre otros gastos.
La Asociación de Médicos de la República Argentina (AMRA) pide dentro del Municipio que pueda haber una ayuda para los profesionales de la salud que deben abonar lo que se denomina “Canasta Médica”.
“La Canasta Profesional Médica es un reclamo porque los salarios son muy bajos y los médicos debemos pagar seguro de mala praxis, colegiación anual, la caja obligatoria si se desea trabajar en provincia de Previsión y Seguro Médico, la formación médica continua porque cada cuatro años recertificamos título, hacemos cursos”, explicó la Secretaria de la Delegación Pilar de AMRA, Liliana Riff en diálogo con
Diario Resumen.
Los cursos tienen claramente un costo que, en medio del panorama económico, es difícil sostener con el sueldo de los profesionales que, afirma, no es bueno: “el salario de un médico de 24 horas está debajo de la canasta básica, entonces por lo menos pedimos una ayuda, no que paguen la totalidad de esos gastos, sino, un monto fijo que ayude a cubrir esos gastos necesarios”.
Riff comentó que “a los médicos no nos alcanza” y que por eso se hace “zapping laboral” con guardias de 24 horas que de una u otra forma, afectan al profesional a nivel personal – con los pagos en servicios, alimentos y vivienda propia – y laboralmente, por lo complicado de continuar la capacitación y formación continua.
Es algo lógico, lleva mucho tiempo el reclamo, no tiene que ver con quién está en el Ejecutivo”
“No tienen tiempo para formarse porque se trabaja demasiado. La calidad profesional entonces también se resiente, se le suma la cantidad de médicos extranjeros que convalidaron rápidamente su título, que no es que no estén bien formados, pero representan una competencia”, comentó.
Sobre el monto de la ayuda que podría servir, Riff dijo que “sería un monto de entre 8 mil y 10 mil pesos” que no cubriría la totalidad de los gastos pero sí ayudaría a poder enfrentar los gastos que deben tener para poder trabajar. “Los médicos no estamos bien remunerados en Argentina. En otros países, la formación está dentro de su sueldo, de sus horas de trabajo. Quedamos muy detrás nosotros. Me pregunto por qué no invertir en salud pública”, expresó la médica.
“Hace más de un año pedimos entrevista con Osvaldo Zamora, de Recursos Humanos, que nos recibió en varias oportunidades muy bien pero, nos dimos cuenta que él no podía decidir”, explicó.
Asimismo, aseguró que el reclamo nada tiene que ver con cuestiones partidarias y que el pasado 18 de junio se solicitó con un expediente una entrevista con Nicolás Ducoté, para expresarle la necesidad de la Canasta Médica. Sin embargo, al momento no tuvieron respuestas por parte del Ejecutivo. “Insistimos, nos recibió, nos dijo que lo estudiaría pero, aún no hay nada. Tenemos una magra remuneración y sabemos que esto no es lo ideal, no va al sueldo básico, no cubre a todos los profesionales pero, desde AMRA tomamos esta acción”, comunicó.
Por otro lado, apuntó a la creación de la red AMBA en la cual sí se abonan las capacitaciones y la formación por lo que “no es descabellado lo que pedimos”. “Es algo lógico, lleva mucho tiempo el reclamo, no tiene que ver con quién está en el Ejecutivo. La patronal está obligada en cierta forma a que el médico tenga formación, que esté cuidado pero si hubiese un sueldo magnífico, esto no se pide. Hasta ahora no se pidió porque se podía pero con los aumentos, es difícil”, dijo.
Por último, destacó que debido a los costos que tiene el trabajar en nuestro distrito y la mala paga, muchos médicos deciden irse porque, lamentablemente, no pueden costear los gastos básicos de cualquier empleado y, mucho menos, los que vienen con la profesión.
“Es difícil, muchos profesionales se van. Un profesional bien formado cuesta dinero, lamentablemente y dolorosamente, perdimos tres profesionales que estaban para nuestra población y no se recupera. Se pretende más, por menos”, concluyó Liliana Riff.
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