Denuncian una estafa con el viaje de egresados de la Escuela Nº8
Las familias de sexto grado de la Primaria "Martín Fierro" habían pagado durante meses para que los chicos viajaran a Mar de Ajó, pero horas antes de la salida recibieron el aviso de que el micro no se presentaría.
La ilusión de los alumnos de sexto año de la Escuela Primaria Nº8 "Martín Fierro", ubicada en la Ruta 28, se transformó en una amarga experiencia luego de que el esperado viaje de egresados terminara suspendido con menos de cinco horas de anticipación. Lo que empezó como un proyecto comunitario para garantizar que todos los chicos pudieran despedir su etapa escolar con una experiencia compartida, derivó en denuncias por estafa, incertidumbre y un fuerte reclamo contra quienes estuvieron a cargo de la organización.
A lo largo del año, las familias reunieron el dinero mediante pagos mensuales y actividades solidarias organizadas para colaborar con quienes no podían costear el viaje completo. El plan estaba armado y los alumnos contaban las horas para partir. La cita era el 26 de noviembre a las 5 de la mañana en la escuela. Sin embargo, cerca de la medianoche llegó un mensaje al grupo de familias anunciando que la salida quedaba suspendida por un presunto inconveniente con la Verificación Técnica Vehicular del micro.
Lejos de calmar los ánimos, la explicación generó más dudas que certezas. Al llegar al establecimiento antes del amanecer, los padres encontraron a directivos y al profesor responsable del viaje brindando detalles poco claros. Según relató la abuela de uno de los alumnos, Marita Cubilla, los justificativos se centraban en que la empresa contaba con un solo vehículo y que no era posible reemplazarlo, pero no se explicaba por qué el problema se informaba tan cerca del horario de salida ni por qué no había un plan alternativo.
Alarmadas, varias familias comenzaron a verificar datos por su cuenta. Primero revisaron el perfil de la supuesta empresa en redes sociales, donde encontraron apenas un puñado de seguidores y publicaciones escasas. Luego llamaron al hotel en el que los chicos debían alojarse. La respuesta fue contundente: no existía ninguna reserva registrada para un contingente estudiantil de Pilar. Ese dato encendió definitivamente las alarmas.
Las tensiones aumentaron rápidamente. Padres exigiendo explicaciones, alumnos entre el desconcierto y el llanto, docentes intentando contener la situación y una cadena de contradicciones que agravaba el escenario. Entre los dichos que circularon esa mañana, algunos padres señalaron que el profesor encargado habría confesado tener aún parte del dinero en efectivo y transferencias sin ejecutar, algo que, de confirmarse, podría complicar aún más el cuadro.
Cubilla relató que muchos alumnos terminaron con crisis nerviosas, frustrados por haber preparado su equipaje, su ropa y hasta celebraciones personales, como el cumpleaños de uno de los chicos que esperaba festejar durante el viaje. "Los nenes estaban devastados", señaló, describiendo la carga emocional que representó para una comunidad ya golpeada por dificultades económicas.
Hacia el mediodía llegaron inspectores educativos para tomar declaraciones y revisar la documentación disponible. Las familias esperan ahora que la investigación determine si hubo negligencia, mala praxis o una estafa deliberada.
En un intento por contener el impacto, desde la institución se habló de organizar una jornada recreativa alternativa para cerrar el año, pero los padres consideran que esa propuesta no reemplaza el grave perjuicio económico y emocional causado. Mientras tanto, insisten en que se recuperen los fondos y se establezcan responsabilidades concretas.

