Se trata de un convenio entre ONGs y el gobierno alemán, por el cual jóvenes entre 17 y 27 años llegan al país para vivir una experiencia como voluntarios, enriqueciéndose culturalmente.
Por noveno año consecutivo, Patrimonio Natural vuelve a recibir a un voluntario alemán, en un intercambio cultural enriquecedor para muchos jóvenes de entre 17 y 27 años que llegan al país para aprender sobre nuestras costumbres, el idioma, y a su vez, participar de una ONG.
Al respecto de esta iniciativa que ya tiene un largo recorrido en el distrito, la referente de Patrimonio Natural, Graciela Capodoglio, contó a Resumen: “Esto surgió de una reunión en ONGs de la cual participamos en Escobar. La referente de una organización que traía voluntarios alemanes a la Argentina, nos consultó si nos interesaba luego de escuchar nuestra experiencia como organización, y ahí comenzó”.
En tanto, cuenta que las experiencias suelen ser muy positivas para los jóvenes, y “ya hay dos voluntarios de los nueve, que regresaron después de haber terminado la universidad, y con los otros chicos estamos en contacto todo el tiempo”.
Asimismo, asegura que quienes llegan a Pilar “no siempre tienen una orientación hacia lo ambiental, pero estando acá se terminan enganchando. Los transformamos y terminan posicionándose, comprometidos, y también alcanzan la madurez que les da trabajar un año estando lejos de la familia, aprender el idioma o tomar hábitos nuevos. Cada uno de estos alemanes se ha ido con el mate y la pochoclera bajo el hombro, literalmente hablando, averiguando donde podían comprar yerba en Alemania. Es un intercambio muy interesante”, señaló.
Los jóvenes llegan al país con casa y comida que provee la organización, mientras que el gobierno de Alemania les otorga una suerte de beca, la cual los voluntarios utilizan para otros gastos. Por su parte, deben cumplir con 35 horas semanales de labores.
Mareike Borger, o simplemente Mare por cuestiones de cariño y pronunciación, es la novena alemana en llegar a Patrimonio Natural y según Capodoglio se desempeña “en el vivero junto a los otros voluntarios, y vamos a dar charlas a escuelas u organizaciones”.
Respecto de su experiencia y mostrando un gran desempeño con el español, la propia Mare relató: “Estoy viviendo con Graciela y trabajo todos los días en el vivero. Es una experiencia totalmente diferente para mí, no es mejor ni peor que Alemania, sólo diferente. No sabía nada de Argentina, lo único que se me cruzaba era carne y Messi, pero surgió el nombre del país y dije me voy. Ahora me encanta y estoy enamorada de este país”.
[blockquote footer=""] “Cada uno de estos alemanes se ha ido con el mate y la pochoclera bajo el hombro”[/blockquote]
Finalmente, asegura: “No tengo idea de lo que será el fututo. El avión a Argentina es muy caro, pero puede que estudie algo relacionado con el medioambiente, y en ese caso podría volver”, pero de no ser así anuncia que esta será “una experiencia que le voy a contar a mis hijos”.
Dejar un comentario