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Fernando Santa Juliana, director del establecimiento donde iba el menor atacado por una patota, pidió que se trabaje “en la violencia juvenil”. Aseguró que los compañeros de Leo “tienen miedo” después de lo que sucedió.
En la Escuela Técnica Nº 1 de Pilar comenzaron a realizarse actividades para concientizar sobre la muerte de Leonardo Peralta, el chico de 13 años atacado por una patota en Villa Verde cuando iba a una iglesia en ese barrio.
“El asesinato fue lo más triste que pasó en la historia de la escuela. A partir de ese momento encaramos un trabajo junto a la inspectora de psicología, para primero contener a los alumnos que eran compañeros de Leo y un trabajo con los docentes”, contó Fernando Santa Juliana, director de la institución, al programa radial, La Mañana de Resumen de FM Del Sol (91.5).
“A partir de eso surgió de hacer un homenaje a Leo, por parte de los compañeros. Hicieron carteles de referencia de cómo era Leo y a la no violencia, además de carteles que indican acompañamiento de la familia”, amplió.
Por otra parte, el director del establecimiento reconoció que hay preocupación entre los compañeros de Leonardo por lo que pasó. “Los chicos no saben si salen al boliche o a donde sea y vuelven vivos. Saben que Leo iba a la iglesia y lo atacaron por nada. Creo que como comunidad tenemos que tratar esta problemática desde distintas áreas, no solo de la Iglesia”, remarcó.
El caso
Leonardo se dirigía con su primo, desde su casa en El Bosque, hasta la Iglesia Evangélica “Jesucristo es el Refugio”, en el barrio de Villa Verde. Sin embargo, pocas cuadras antes de llegar fueron interceptados por una patota que los atacó.
Los chicos salieron corriendo, pero Leonardo cayó al piso, y allí lo golpearon salvajemente. Su primo también sufrió heridas. El chico de 13 años fue reanimado por una enfermera de la zona hasta que llegó la ambulancia, que tardó 25 minutos estando a 10 cuadras, según consignó el padre.
Leonardo sufrió tres paros cardíacos hasta que finalmente su cuerpo no resistió y falleció en el Hospital Sanguinetti.
Los menores deberán enfrentar el cargo de Homicidio tras declarar en dos oportunidades y quedar imputados, motivo por el cual fueron destinados a diversas cárceles juveniles.
Para graficar el avance positivo de la causa, el abogado de la familia indicó que es buena señal que los menores continúen detenidos. En cuanto a la pena que les puede caber, señaló que habría que esperar por los “atenuantes” que puede y va a utilizar la defensa, pero se espera a que sea una sentencia de entre 8 y 25 años.
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