El domingo se conoció la noticia de que el personal de ReBA (Registro Provincial de Comercialización de Bebidas alcohólicas) y del ReCap (Registro Público de Controladores de Admisión y Permanencia) procedieron a la clausura de D3, ubicado en Avenida Estanislao López (Ruta 8) e Ituzaingó.
Según informaron la clausura se debió a la presencia de 100 jóvenes que no contaban con la prevención requerida por el protocolo COVID así como también la presencia de 15 menores de edad consumiendo alcohol y la falta de habilitación para funcionar.
Sin embargo el propietario de D3, Roberto Peverelli, explicó que la información brindada no es cierta ya que D3 posee habilitaciones para abrir como bar-restaurant y sí cuentan con todos los protocolos necesarios.
“Encontraron a un menor bebiendo alcohol, eso dice el acta que me realizaron. Que en el patio encontraron a un menor, de 16 años, consumiendo alcohol y que por eso me clausuran. No dicen que había 15 menores, ni que no cumplía el protocolo ni había distanciamiento como lo que han salido a decir, este hombre Montero (Marcelo, Director Provincial Gestión de la Seguridad Privada)”, explicó Peverelli a Diario Resumen.
Asimismo detalló que él posee habilitación “como resto-bar, show en vivo y boliche”. “Cuando fui al Municipio a pedir la habilitación me dijeron que podía abrir como bar restaurant, que podía abrir con el 30 por ciento de capacidad como todos los demás. La ley que habilita bares o restaurantes no prohíbe el ingreso de menores, pero sí el consumo de alcohol. Puedo tener menores dentro, pero no pueden beber alcohol”, amplió.
“Tengo planillas donde le tomo los datos a la gente, con la temperatura, tengo alcohol en gel en todos lados, se limpian los baños constantemente, todos ingresan con el barbijo. Para poder abrir hice toda la cocina nueva, con todos los protocolos. El Municipio fue e inspeccionó tres veces”, comentó.
El propietario de D3 expuso que ahora deberá esperar a que en el juzgado se determine si le cabe o no una multa pero que la clausura dura 72 horas. “Fui al Municipio porque ellos vieron que tenía todo como corresponde, fui a mostrarles el acta para que vean que no fue todo lo que se dice. La clausura y el acta van al juzgado, se hará una citación, habrá un descargo y luego se resolverá si las pruebas son o no suficientes para una multa. La clausura se levanta automáticamente en 72 horas”, contó.
El viernes volverá a abrir sus puertas porque, como todos, necesitan trabajar y a pesar de ser un bar-restaurant, decidirá prohibir el ingreso de menores para evitar problemas futuros. “Eso es a título personal, no por lo que diga la ley”, dijo. “Esto da un poco de bronca, porque si dijesen que hubo un menor bebiendo alcohol, sí, sería mi responsabilidad pero somos gente de bien, mi familia, la de mi socio, somos de Pilar de toda la vida, nos conocen. Hemos hecho todo bien, jamás nos han clausurado. Estuvimos un mes para poder abrir, haciendo todos los trámites que nos pidió el Municipio, como bar-restaurant, no como boliche”, cerró Roberto Peverelli.
Dejar un comentario