El abogado de un grupo de empleados del frigorífico incendiado, Julio Chavarría, informó que se busca determinar el estilo de proceso judicial. Denunció que “los empresarios juegan con la desesperación de los obreros para no pagarles lo que corresponde”.
La problemática de la deuda del frigorífico Amancay con sus trabajadores todavía no tiene fin. El abogado de los empleados, Julio Chavarría, comentó que en los próximos días se definiría el tipo de juicio que se le realizaría a la empresa.
En este sentido, destacó que el proceso judicial puede ser común o alcanzar una instancia mayor en lo que respecta a procedimientos de esta índole.
Mientras tanto, la situación de los trabajadores de la empresa que se incendió a fines del año pasado todavía es complicada. Desde diciembre, los obreros no cobran y las necesidades provocan que firmen acuerdos con la firma, la que se aprovecharía de estas carencias.
Chavarría volvió a cargar principalmente contra un personaje conocido como “El Negro” Paiz, quien ocuparía un extraño doble puesto que lo convertiría en empresario y representante gremialista de los trabajadores al mismo tiempo.
El abogado señala que Paiz “tienta a los obreros con sumas de dinero muy inferiores a las que en verdad les corresponde”. Además, remarcó que, en los últimos meses, “Paiz cambió de coche por uno último modelo, hizo refacciones en su casa y muchas otras cosas que una persona con su supuesta entrada de capitales no podría hacer”. En este aspecto, subrayó que “es dinero que le da la empresa por vender a sus propios compañeros”.
“Se están aprovechando de las necesidades de los trabajadores que no cobran desde diciembre del año pasado. A un hombre que tenía a su hija enferma le dieron una suma ínfima a la que le tenían que dar a cambio de que firmara la renuncia”, explicó Chavarría.
En tanto, el abogado indicó que, con los fondos conseguidos del embargo a la empresa, alcanzaría y “sobraría” para ponerse al día con los sueldos de los trabajadores, pero que hasta que no lo defina el juez, ese dinero no se puede tocar.
Además, Chavarría comentó que “están manteniendo las instalaciones de la empresa para que los empleados crean que van a volver a abrir”. Con esta artimaña, les ofrecerían a los obreros un supuesto nuevo empleo dentro del frigorífico a cambio de que presenten la renuncia.
“Lamentablemente, muchos han caído en esta y otras trampas de los empresarios. Sólo quedan alrededor de 120 empleados que siguen adelante con el juicio, y cada vez se están yendo más”, destacó.
Mientras tanto, el caso se torna más y más complejo. Según referentes del sindicato de la carne, que engloba a los obreros afectados, los empresarios de Amancay también buscan “sacar a Chavarría del camino, porque saben que no les conviene”.
Como ya había informado antes el abogado, los empresarios de la firma “hicieron cosas parecidas en otras empresas que presentaron bancarrota”.
Los tiempos de la Justicia son lentos, pero según el abogado “se mantienen firmes y tienen la esperanza de que se pueda obtener un fallo favorable a los empleados”.
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