Esperan tener igualdad para competir ante la posible llegada de grandes empresas, y que exista consideración a la hora de pensar en los plazos de soterramiento teniendo en cuenta las grandes inversiones.
El debate respecto del cableado perteneciente a las empresas que prestan servicios de telecomunicaciones continúa su curso en el Concejo Deliberante, luego de dos tratamientos frustrados que culminaron con el regreso a comisión.
Cuando parecía que todo se encaminaba para su aprobación el pasado lunes, de forma unánime, los concejales de todos los bloques decidieron que el expediente aún necesitaba de mucho trabajo, por lo que señalaron que seguirán adelante las reuniones con los diferentes actores que se verán afectados por esta ordenanza.
Justamente a la hora de hablar de los actores principales en lo que busca ser esta nueva legislación, se tiene que hablar de las empresas que prestan los diferentes servicios, diferenciando entre las locales que ya se encuentran trabajando desde hace tiempo en el distrito, y las que podrían aprovechar esta oportunidad para finalmente desembarcar en Pilar.
Por el lado de las cooperativas locales, el oficialismo sostuvo que se realizarían cambios para favorecerlas teniendo en cuenta su trabajo actual, apuntando preferentemente a beneficios impositivos. Y en cuanto a lo que puede llegar a representar nueva competencia, representantes de algunas de ellas emitieron su opinión.
El caso de Telviso por ejemplo, fue el que apuntó a la posibilidad de privilegiar a la economía local como algo positivo, teniendo en cuenta que desde la cooperativa se lleva a cabo un buen servicio que trabaja en varios frentes, pensando inclusive en un servicio propio de telefonía celular, y a su vez brinda trabajo a 150 empleados de manera directa y otra misma cantidad de manera indirecta.
Otro de los referentes que habló sobre el tema fue Julio Lacava, presidente de la Cooperativa Telefónica de Derqui, quien indicó que “si significa una mejora para la gente hay que recibir esto con los brazos abiertos, ya que puede significar para los vecinos tener la oportunidad de más opciones de servicios, mejor calidad o mejor precio y eso es positivo, a pesar de que pueda llegar a significar que nos perjudique a nosotros”.
Sin embargo, por otra parte aseguró que “el problema no es que haya competencia, sino que el problema llega en el momento en el que se les da ventajas o facilidades a unos y a otros no. Está mal la desigualdad, como en casos donde se favorece a los que tienen mayor poder económico. Las reglas del juego deben ser iguales para todos”.
Finalmente fue el turno del presidente de la cooperativa Cosefa de Fátima y Manzanares, Luis Ramos, quien destacó: “Hay que opinar con responsabilidad, ya que se habla de cosas positivas como el impacto visual, pero también de plazos, y no es fácil”.
“Mismo en Capital Federal se pueden encontrar marañas de cables a pesar del poder económico de las empresas allí, y es que hacer una obra subterránea es carísima. Para tener una idea, hay que calcular que hacer una zanja tapada y con ducto cuesta aproximadamente 14 dólares el metro lineal. Hay que hacer muchas obras de infraestructura, y es imposible hacerlo para las cooperativas en corto plazo, sería quebrarlas”, explicó.
Y concluyó: “La competencia enriquece una ciudad, hay que llegar a los lugares más remotos del distrito como lo hacemos nosotros y pensar un proyecto está muy bien, pero el proceso lleva tiempo, y la realidad es que no hay recursos para hacer esto de un día para el otro”.
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