Los trabajos seguirán hasta que se haya apagado por completo pero explicaron que, en algunas ocasiones no se pudo trabajar porque las máquinas no estaban. La lluvia como salvación.
Han pasado más de 20 días desde que el predio de La Montonera, en el kilómetro 61 de Ruta 8, comenzó a incendiarse y parece que esta vez el clima podría ayudar a que las llamas terminaran de una vez por todas.
Los Bomberos Voluntarios de Pilar fueron convocados al predio del pasado 21 de agosto y desde aquel momento han trabajado incansablemente a diario, llegando a echar casi 60 mil litros de agua –según informaron– cada vez que se acercan al lugar. Sin embargo, las llamas no han cedido.
“Vamos a diario, a controlar, a trabajar. La lluvia realmente ayudó y creemos que con esto, si continúa, se pueda terminar el fuego de una vez. Todos estos días, casi 20 días, estuvimos yendo a trabajar”, explicó en diálogo con Diario Resumen, Sebastián Pitaluga, responsable de prensa de Bomberos Voluntarios de Pilar.
Asimismo, aseguró que los trabajos se han visto dificultados por la falta de envío de las máquinas para poder abrir caminos y llegar a los focos ígneos: “todos los días íbamos, excepto cuando no estaba la máquina del Municipio porque ahí si no se podía hacer nada”.
El fuego está por debajo de las grandes pilas de basura y debajo de la tierra por lo que, explica Pitaluga, es complicado seguir el rastro y reconocer en dónde se ha originado. “Le pedíamos al Municipio, le pedíamos las máquinas para que remuevan los residuos, porque por más que nosotros tiremos cantidades de agua, no se llega al fuego y sin las máquinas no se puede trabajar”, contó.
“No dejamos de ir, por el humo, pero si fueron complicaciones que hemos tenido para poder trabajar”, agregó.
Con el pronóstico de su lado, Pitaluga explicó que si entre lunes y martes las precipitaciones eran copiosas, sería más factible que de una buena vez se apagara el fuego pero, al cierre de la corriente edición se desconocía si se había logrado dar por terminado los trabajos. “Calculamos que sí, porque el domingo no había tanto trabajo. Lunes y martes iremos por la mañana y por la tarde, de hacer falta mandaremos los camiones. Con la lluvia veremos qué ocurre”, explicó.
Si bien han pasado numerosos días, aún no se ha logrado determinar qué fue lo que originó las llamas: “hay focos dentro de todo el predio, que es enorme, muchas montañas de basura, tierra. Hay fuego por todos lados, sinceramente no se puede decir dónde habría iniciado”.
Por último, consultado por este medio, explicó que lo ideal sería que se hagan controles por parte del Arzobispado que son los dueños para que no ingresen personas al lugar. “En verano habrá que controlar y si llegasen a ver un poco de humo, avisarnos y no esperar días para avisarnos porque lo ideal en este caso hubiese sido que nos avisaran rápidamente y no esperar como lo hicieron”, concluyó Sebastián Pitaluga.
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