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El moderno edificio de dos plantas comenzó a erigirse en el año 2007. En total son 2.200 metros cuadrados cubiertos que triplican las instalaciones de la calle Ituzaingó donde quedará un destacamento con una autobomba y personal.
Después de siete años de obra, mañana a partir de las 18:30 la Sociedad y Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Pilar, estarán inaugurando su flamante Cuartel Central ubicado en el kilómetro 55 de la Ruta 8, entre Zeballos y Río de Janeiro.
El nuevo edificio, concebido para el funcionamiento de un cuerpo de bomberos modelo, tiene 1100 metros cuadrados cubiertos, en dos plantas; con la posibilidad en el futuro de ampliarse a dos pisos más.
“Es un cuartel construido pensando en el Pilar del futuro. Nuestro cuartel de la calle Ituzaingó nació como la mayoría, empezando con un gran galpón, al que luego se le agregaron otras construcciones. Son pocas las instituciones bomberiles del país que pueden darse el lujo de construir con un diseño pensado exclusivamente para el trabajo actual de bomberos. Acá las autobombas saldrán inmediatamente cuando sean convocadas, ya que contamos con seis portones a la calle y otro anexo por el que se accede al taller”, apuntó orgulloso el comandante Ramón Enrique Pared, jefe del cuerpo activo.
La flamante construcción que mañana se inaugura, arrancó en el año 2007. “El cuartel se fue levantando con fondos genuinos provenientes de los alquileres de oficinas en la calle Ituzaingó y Tucumán, aportes de privados y lo recaudado de las rifas anuales”, detalló el jefe del cuerpo activo.
“La comisión directiva siempre tuvo una gran visión de lo que quería para los bomberos de Pilar, por eso es que el edificio se levantó con los mejores materiales y equipamiento. La elección del lugar de emplazamiento tampoco fue fruto de la casualidad, necesitábamos un lugar estratégicamente ubicado que nos permitiera una rápida salida y llegada de los móviles ante la eventualidad de un siniestro”, agregó.
Asimismo, el referente afirmó que Pilar “creció demográficamente mucho en los últimos años y también aumentó geométricamente el parque automotor, por lo que cada vez se hace más dificultoso salir del centro. Creo que encontramos el lugar ideal, no lejos del centro y con rápida accesibilidad al Acceso Norte”.
El nuevo cuartel se pensó hasta en los mínimos detalles, caso del confort para el personal. “Tenemos dos vestuarios: uno en planta baja, de ropa de incendio y rescate, y otro en planta superior, donde los bomberos pueden dejar su ropa de calle; es una medida importante que hace a la mejor calidad de vida del bombero”.
Foto: Pilar de Todos
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