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La medida se determinó por la disminución de haberes provocada por la reforma previsional que firmó Vidal. El 8 y 9 de febrero tampoco ocuparán sus puestos de trabajo.
Tras finalizarse la conciliación obligatoria entre el Ministerio de Trabajo y los empleados del Banco Provincia el pasado lunes 9 de enero, las diferencias luego de que la gobernadora María Eugenia Vidal promulgara la reforma previsional lejos están de terminar. Por eso, y ante la falta de acuerdo entre las partes, la conducción nacional de la Asociación Bancaria determinó un paro de 48 horas –sin concurrencia a los lugares de trabajo- que se iniciará a partir de las 0 del jueves, se extenderá hasta el viernes y se repetirá los mismos días de la semana próxima.
Mediante un comunicado oficial, firmado por el Secretario General Sergio Palazzo, los trabajadores sostuvieron que la paciencia para la resolución del conflicto “tiene un límite y se agotó”. Además, remarcaron que “erróneamente o de mala fe”, desde el Ejecutivo bonaerense señalaron que tienen un régimen jubilatorio de privilegio, como así también “simularon desconocer que se sostiene con aportes de la empresa, a partir de activos y pasivos o con aportes extraordinarios del personal” cada vez que hay un acuerdo salarial, un ascenso o un ingreso a la entidad.
“No fue escuchado ninguno de nuestros reclamos. El diálogo existe, pero cuando una sola parte propone y dispone es complicado, ellos también deberían escuchar a los trabajadores porque seguimos en el mismo estancamiento en el que estábamos hace 30 días”, manifestó a Diario Resumen, Daniel García, delegado regional de la entidad. Ante esta situación, habrá una reunión de todo el secretariado nacional para definir nuevas e inminentes medidas de fuerza, que probablemente se vinculen a un nuevo paro en todo el país.
García consideró que, por el momento, no hay ningún indicio de acercamiento porque el Gobierno “no se mueve de su oferta por el 9 por ciento”, eliminó “el 1 por ciento solidario” -avalado por ley en beneficio de los trabajadores no afiliados al sindicato, que significa un aporte de 1 millón de pesos mensual. “Pedimos que no se corte la cláusula gatillo, que la paritaria sea libre y que dejemos de perder poder adquisitivo contra la inflación. Y no quiero ser pesimista, pero si la única oferta que existe es la de ellos, será difícil que nuestros pedidos se concreten”, concluyó.
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