El hospital realizó una encuesta a más de 140 pacientes, de cuyos resultados se extrae que la imagen corporal propia es buena, y que se preocupan por qué pasará en el futuro.
Especialistas del Centro Mamario del Hospital Universitario Austral llegaron a la conclusión de que es posible tener una buena calidad de vida tras el diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama. El estudio se realizó en base a encuestas realizadas a más de 140 pacientes.
Según el estudio “Análisis del impacto del diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama en la calidad de vida de nuestras pacientes”, el 60,3 por ciento de las pacientes manifiesta afectación en su vida familiar pero no sólo negativa. Buena parte manifestó un reordenamiento de roles dentro de la familia de manera constructiva. Además, casi el 80 por ciento de las pacientes se considera una persona “sana” o “muy sana”.
A su vez, el 54,4 por ciento manifiesta alguna afectación de su imagen corporal. Pero el 25,9 por ciento refiere que se vio “poco afectada”. En cuanto a su vida social, el 40,7 por ciento refiere no haber tenido ningún cambio, y, de hecho, fue la esfera menos afectada. De las encuestadas, el 50,4 por ciento refiere poca o nula afectación de su vida sexual y 52,5 por ciento refiere poca o nula afectación de su vida laboral.
Lo que se extrae como visión general del trabajo es que la imagen corporal de las pacientes es buena, y que se preocupan por qué pasará en el futuro, con las alteraciones que eso provoca en la calidad de vida.
“Todavía estamos procesando los resultados de esta investigación” dijo el doctor Ignacio Mc Lean, jefe del Servicio de Patología Mamaria y Director del Centro Mamario del Hospital Universitario Austral, pero “la celebración de un día (por ayer) centrado en la prevención y concientización generaba un ámbito propicio para dar a conocer algunos alentadores resultados”.
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