Jueves 21 de Noviembre de 2024

Apareció una yarará en el barrio Agustoni: “lo que hay que hacer, es no tocarla”

Este martes por la tarde vecinos vieron el espécimen cerca de un arroyo e intentaron atraparlo, pero huyó. Graciela Capodoglio, de la Reserva Natural, dio recomendaciones ante estos avistamientos, siendo el primero no intentar atrapar al animal.


  • Miércoles 20 de Abril de 2022
Yarará Agustoni

La tarde de este martes sorprendió a los vecinos del barrio Agustoni con la aparición de una víbora. Los frentistas rápidamente intentaron capturar al ejemplar, pero éste se les escapó y huyó hacia un arroyo que hay en la zona.

La información llegó de la mano de los vecinos a Diario Resumen que, junto a las fotografías del animal, contaron que la yarará había aparecido en la calle Santa Águeda, al 1600 y medía más de 1,50 metros.

Resumen se comunicó con Graciela Capodoglio, titular de la Reserva Natural de Pilar, quien habló sobre este avistamiento de los vecinos y dio sus recomendaciones, entre las que destacó no acercarse al animal ni intentar capturarlo.

“El problema es que los vecinos la tratan de agarrar y se les escapa. Una yarará es un animal de nuestro ecosistema, es muy raro que aparezca, es extremadamente huidiza, no quiere estar con la gente, se escapa, es muy tímida. Solamente si la pateaste o la aplastaste va a reaccionar, pero lo grave es que la gente la trate de agarrar porque ahí seguro que se va a poner furiosa”, dijo.

Capodoglio indicó que además son importantes en nuestro ecosistema y señaló que “la necesitamos porque se come todo lo que nos molesta, los ratones”. “Entonces, lo que hay que hacer es no tocarla”, remarcó y contó que si bien en la Reserva no se las han cruzado “no quiere decir que no haya porque el animal es poco sociable, en circuitos donde hay gente, los esquiva”, afirmó a nuestro medio.

Otra recomendación que dio ante un encuentro con el animal dijo que es importante “retroceder y dejarle el espacio para que se pueda ir”. “Le cuesta mucho esfuerzo generar el veneno para inmovilizar a la presa, que tiene que ser un animal 50 veces más chico que nosotros. Gastar un recurso que tiene en algo que después no se podrá comer, ¿para qué? Lo que debemos hacer es retroceder y dejarla, porque se va a ir”, agregó.

Por otro lado, recomendó que se mantenga el pasto de las viviendas corto. “Esto va a permitir primero que no tengan otros bichos y que, si aparece uno de este estilo, se puede ver y tomar los recaudos, como no acercarse y correr a sus mascotas”, planteó.

Consultada por si es recomendable solicitarle a Defensa Civil la presencia en el lugar ante la presencia de una yarará, Capodoglio afirmó que “es inútil”: “para cuando Defensa Civil llegue, la bicha se fue a donde se le dio la gana. No tiene sentido. Si la agarramos, ¿qué hacemos con ella? Porque la única solución sería llevarla al Malbran, para hacer suero antiofídico, pero no es tan sencillo. Ese animal dispuesto en la naturaleza tiene una función dentro del ecosistema, si aprendemos a respetar, podríamos tener un ecosistema más sano”.

Por último, ante la pregunta de por qué habría aparecido justo en esta zona, Capodoglio comentó: “No puedo afirmarlo, pero sospecho que debe haber algún lugar donde están haciendo un uso indebido del humedal, estamos reduciendo el hábitat a todos los animales. Lo que está pasando es que están construyendo sobre los humedales, reduciéndoles el espacio de hábitat a muchos animales. Cuando esto pasa con un carpincho es fácil ponerse del lado del carpincho y en contra de Nordelta, pero esto es lo mismo”. 

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