En la localidad de Fátima los vecinos enfrentan un creciente problema ambiental: la proliferación de basurales que afectan su calidad de vida. La falta de gestión adecuada de residuos ha llevado a que la acumulación de desechos en el predio que se ubica entre el kilómetro 57 y 58 de la Autopista N°8 genere disconformidad entre los frentistas de los barrios que lo rodean no solo por el mal olor, sino por los constantes incendios que se desarrollan allí y que hasta impiden la visibilidad en la ruta.
Los vecinos, buscando encontrar soluciones, primero intentaron enviar notas a las autoridades. En la misiva, a la que accedió Resumen, expresaban “profunda preocupación acerca de la reciente reapertura de un basural en la Ruta 8, específicamente entre el kilómetro 57 y 58 en dirección a Provincia” poco antes del Río Luján, asegurando que “este basural ha vuelto a recibir camiones cargados de materiales de fin de obra, los cuales son descargados y quemados indiscriminadamente”.
“Esta práctica no solo representa un grave riesgo ambiental, afectando la salud de todos los vecinos en un radio de al menos 15 cuadras a la redonda, sino que también obstruye la visibilidad en la ruta”, aseguraron.
Solicitaban, asimismo, “con urgencia la intervención de las autoridades competentes para abordar esta problemática y encontrar una solución efectiva que garantice la salud y seguridad de nuestra comunidad”.
Los ciudadanos, ante la falta de respuestas, decidieron hacer público el reclamo. “Uno de los basurales, a la altura del puente de Río Luján, pasas y ves a simple vista montículos de basura acumulados entre las arboledas, creo es privado y está justo al lado del río. Empezaron a ingresar camiones con conteiner, a llevar residuos y prenderlos fuego por las noches. Es algo continuo, sistematizado. Esto ocasionaba que el humo cruzara la autopista, de noche no se ve nada”, contaron los frentistas durante su charla con Resumen.
“Hace cinco meses, justo frente a ese basural, colocaron un conteiner en un predio, al principio más chatarra y de pronto, un día nuevamente, camiones uno tras otro de basura y fin de obra. Con la misma historia, comenzaron a quemar”, añadieron.
Argumentaron, por otro lado, que “cuando prenden los basurales (de noche), a las 7 de la mañana sentís el rezago en el aire del olor fuerte. El olor a plástico quemado, hace doler la cabeza, y más allá lo que puede producir en el organismo. Empiezan a las 20, 21. Y recién después de las 9 empieza a pasar desapercibido”.
Los frentistas explicaron que realizaron una junta de firmas y acercaron su pedido al Municipio, haciendo hincapié en que “es una situación ambiental tóxica”, aún no hay una resolución. “Se pidió una reunión con el intendente, nos enviaron un mail para hacer el pedido, pero aún no obtuvimos respuesta”, mencionaron, aunque destacaron que, en uno de los expedientes, “figuraba que había ido un inspector tres veces, pero no mucho más”.
Por el momento, se encuentran aún a la espera de una respuesta favorable que lleve a que estos basurales no solo sean controlados, sino también, erradicados de la zona, evitando así mayores complicaciones ambientales que afectan la salud de todos los vecinos linderos.
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