- Laboratorios Bedson
El comedor comunitario “Por Una Sonrisa”, fundado por la empresa pilarense Bedson hace dos décadas, sigue siendo un pilar de contención para cientos de vecinos. Hoy, además de ofrecer alimento a más de 200 niños tres veces por semana, el espacio se ha convertido en una referencia social en el barrio Los Tilos, funcionando como posta sanitaria en situaciones de emergencia y como centro de formación para adultos que desean completar sus estudios.
“Nos da una gran satisfacción saber que este hermoso lugar sigue vigente y brindando una función social de contención a quienes más lo necesitan”, expresó Alicia Colussi, presidenta de Bedson, en diálogo con Resumen. “Es un lugar de unión y ayuda para la población vulnerable”, agregó emocionada.
La historia de este comedor comenzó de manera casi improvisada, cuando Colussi se encontró con un grupo de mujeres cocinando al aire libre sobre mesadas armadas con tachos. A partir de ese encuentro, tomó una decisión que marcaría a la empresa y a su familia: “Ayudar es una cosa, pero involucrarse y comprometerse con la construcción y el mantenimiento de un comedor social es una opción para toda la vida. Por eso mi familia y yo seguimos esa decisión, sumándose activamente mis hijos, quienes serán los que continúen con mi legado”.
En los primeros años, uno de los mayores desafíos fue conseguir fondos y apoyo. “Siempre es complejo y difícil, pero conseguimos donaciones de personas y empresas que hicieron que el desarrollo fuera menos duro”, recordó.
Actualmente, el comedor recibe a 200 niños que toman la merienda y, en ocasiones, llevan comida para sus familias. Además, como parte de su política de Responsabilidad Social Empresaria (RSE), Bedson impulsa actividades de voluntariado corporativo. “Varias veces al año, personal de la compañía participa en tareas de pintura y mantenimiento, totalmente ad honorem y con mucha alegría de ayudar a los demás”, detalló Colussi.
Este compromiso trascendió las fronteras de la empresa, generando un efecto multiplicador en la comunidad. “Es una iniciativa que contagia. Muchas empresas se suman a estas acciones y la comunidad valora al comedor como una referencia de solidaridad y acompañamiento de los que menos tienen”, afirmó.
En línea con su vocación social, Bedson dio un paso más al adherirse a la Red de Políticas Sociales Empresariales de la Provincia de Buenos Aires, donde presentó su programa para obtener el sello de Empresa Socialmente Comprometida.
Sobre los próximos objetivos, Colusi adelantó: “Hay varios proyectos, entre ellos levantar una biblioteca y seguir apoyando en iniciativas a la gente del barrio Los Tilos”.
Con casi 45 años de trayectoria en el mercado veterinario, Bedson demuestra que el compromiso social puede ser tan importante como la innovación científica. En palabras de su presidenta, “involucrarse con la comunidad no es un gesto pasajero, sino una decisión de vida”.
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