Alejandro Oliveto cocinó el “guiso de lentejas más grande del mundo”

El chef pilarense preparó la comida que rindió 6 mil porciones y que contribuyó a la Escuela de Danzas Clásicas de La Plata, ciudad donde se llevó a cabo el evento en celebración del Día de la Bandera. Luego de superar su propio récord Guinness tras cocinar en menos de una hora el arroz con pollo más grande del mundo, plato que rindió para un total de 8.144 porciones, el chef pilarense Alejandro Oliveto, dueño de la cadena de restaurantes “Ara, cocina al disco”,  preparó hoy otra gran comida. El cocinero deleitó a la multitud con el guiso de lentejas más grande del mundo, cuya preparación se realizó en la plaza Islas Malvinas de La Plata, ciudad que fue testigo semanas atrás del gran arroz con pollo que recaudó más de 200 mil pesos donados al Hospital de Niños Sor María Ludovica. Con este dinero, la institución médica pudo comprar dos respiradores para asistencia neonatal. En esta ocasión, los fondos obtenidos de la venta de las más de 6 mil porciones fueron destinados a la Escuela de Danzas Clásicas de la capital provincial, lugar por donde pasaron y se formaron destacados bailarines de la escena local y mundial desde 1948, año de su fundación. Para la preparación, se utilizó un disco de arado de 4,5 metros de diámetro y 3,5 toneladas, el mismo que Oliveto usó para la cocción del arroz con pollo. Allí, un equipo de bomberos brindó el agua necesaria para la realización, mientras que una grúa aportó de a poco los ingredientes, que constaron de 250 kilogramos de lentejas, 300 de hortalizas, 120 de chorizo de cerdo, 120 de chorizo colorado, 100 de panceta, 3 ristras de ajo, 250 kilogramos de papa, 25 de condimentos, 400 litros de caldo y 100 de tomate triturado. Los ingredientes fueron preparados durante la semana por un grupo de ayudantes mientras que el Gobierno bonaerense fue nuevamente el encargado de brindar los alimentos necesarios para la preparación. Con el seductor aroma patrio en el ambiente, y con la presencia de grandes artistas nacionales como León Gieco, el escenario fue más que propicio para celebrar el Día de la Bandera, acompañado por un firmamento celeste y blanco que por momentos imitaba a la mayor insignia nacional. El acto comenzó a las 10 de la mañana y nuevamente, la preparación del inmenso plato se llevó todas las admiraciones del público que combatió el frío con una deliciosa porción de guiso de lentejas.