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La determinación se tomó el martes durante un encuentro en el que cada participante expuso su problemática y se debatió cómo actuar para subsanar las falencias del servicio. Planean llegar a la vía legal si no hay soluciones inmediatas.
La plaza 12 de Octubre fue sede, el martes, de una reunión vecinal para debatir sobre la problemática en el servicio de agua corriente en el distrito, una marcada falencia que genera preocupación en varias localidades. Se hicieron presentes, además de decenas de residentes de diferentes barrios, representantes de entidades sociales y religiosas –comedores, merenderos e iglesias de sectores varios- también afectados por la problemática.
“La gente que se acercó, de barrios como Peruzotti, Villa Verde y Buide, expuso su caso puntual, contaron que no tienen agua y que sus reclamos no fueron escuchados, tanto en la Municipalidad como en la empresa Sudamericana de Aguas”, explicó Fabiana Videla, una de las organizadoras de la movida, en diálogo con Diario Resumen. Ante esta situación desfavorable para tantas familias pilarenses, es que se propusieron trabajar conjuntamente en la búsqueda de soluciones para poder tener un servicio adecuado.
La reunión se dio horas después de la apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, en la que el intendente Nicolás Ducoté había remarcado que la falta de agua “es una deuda histórica y una de las mayores carencias” de Pilar. Pero más allá de que el mandatario avisó que durante estos días continuarán las charlas con Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) para terminar de sellar su desembarco a partir de mediados de año en reemplazo de Sudamericana, sus dichos no alcanzan.
Los vecinos, cansados por la lentitud en los avances al respecto, tomarán medidas inmediatas: la primera es presentar, mañana mismo, una nota en mesa de entradas del Palacio Municipal para expresarle en forma directa al Jefe Comunal las dificultades que esta falta genera en los usuarios que no pueden disponer del uso del agua. Así, aguardarán una respuesta que garantice una resolución rápida del tema, dispuestos y preparados para llegar a la vía legal si la situación no cambia en el corto plazo.
“El agua es un derecho”, rezaba la pancarta que portaba una mujer que participó del encuentro en el casco céntrico. Y a pesar de que Ducoté expresó la voluntad municipal de que “llegue a todos y no sea un privilegio”, lo cierto es que, en la actualidad, apenas 2 de cada 10 pilarenses pueden contar con el servicio en sus viviendas. Demasiado poco en un contexto donde la transición de empresas se sigue dilatando y los conflictos lejos están de terminar.
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