Héctor Ortiz tiene una parrilla y el Municipio se la clausuró. Denunció que en horas nocturnas varios inspectores se acercaron al lugar a sacar fotos. “Lo veo como un apriete”, acusó.
Héctor Ortiz es un comerciante del barrio Peruzzotti, dueño de una parrilla, quien se encuentra envuelto en un conflicto burocrático en el que acusa al Municipio por la “falta de compromiso con los comerciantes”.
Ortiz acusó a la Municipalidad de “acoso y apriete”. Se conoció que el pasado 17 de enero, agentes municipales clausuraron el local de comida del vecino de Peruzzotti, ubicado en la ruta 28 entre la calle Fénix y Rodríguez, exponiendo que incumplía las normas de habilitaciones.
El denunciante, en contacto con Diario Resumen, relató: “Yo tengo hace dos años y pico una parrilla. La quise poner en blanco y habilitarla pero fue la peor decisión que tomé, alguien me dijo que no lo hiciera porque tendría problemas y por no escuchar ahora estoy pasando un mal momento”.
Ortiz explicó el proceso de su restaurant en el marco legal: “Yo fui a la Municipalidad, presenté todos mis requisitos, empecé a trabajar el 15 de enero y dos días después me clausuran alegando que es ‘por falta de habilitación’ cuando todos en la zona estamos en la mismas condiciones”.
Asimismo, el comerciante aseguró sentirse acosado de parte de los trabajadores municipales.
“Anoche (por el martes) tuve la visita de los inspectores de la Municipalidad, a las 10 de la noche. Me parece rarísimo que a esa hora estuvieran sacando fotos en mi comercio”, denunció, y además remarcó: “Que vayan a un lugar en el que no hay nadie a sacar fotos a las 10 de la noche yo lo tomo como un apriete y una ofensa”.
Procedimiento
Desde el momento en el que Ortiz vio cerrado su negocio por incumplimientos legales, empezó a gestionar todo lo necesario para reglamentar el local: “Voy y veo el tema de la clausura, la jueza (de Faltas) me pidió que iniciara el proceso de habilitación y ella me levantaba la medida”.
“En una semana terminé todo lo que la Municipalidad me pidió para habilitar, pero nunca se acercaron a inspeccionar para levantar la clausura”, alegó Ortiz. Y continuó: “Hace dos semanas me hicieron la primera visita y objetaron algunas cosas. Ese mismo día compré lo que me pidieron”.
En esa línea, continuó: “Luego me prometieron una segunda visita y no aparecieron, hasta que estuvieron en el local sacando fotos”. Luego de hacer público su malestar, el comerciante señaló: “Me llamaron este martes diciendo que vienen el miércoles”.
Lamento mucho tener que llegar a esta situación, pero es el último recurso que tengo a la mano para poder defender mis derechos como comerciante antes de recurrir a la justicia.
Por último, aseguró: “desde hace más de ocho años ejerzo el comercio en Pilar, con altos y bajos como todos los comerciantes. Desde hace dos años a la fecha vengo sufriendo los distintos embates que el gobierno municipal realiza contra los comerciantes de Pilar. Desde la instalación, en la Plaza 12 de Octubre y otros espacios verdes, de “ferias de artesanos” y puestos de comidas ambulantes elegantemente denominados “Foodtruck”, que en ambos casos no cumplen con los requisitos mínimos fiscales, de habilitación y seguridad e higiene que debemos cumplir el resto de los comerciantes emplazados en el municipio”.
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