Las hermanas chilenas de la Congregación de Santa Marta, llegaron a Presidente Derqui en 1986, aunque un año antes, tres religiosas, dos chilenas y una italiana enviada desde Génova, donde se encuentra la sede central de la Congregación bajo la advocación del beato Tomas Reggio, el fundador de la orden, hicieron pie en Presidente Derqui, para dar inicio a una obra monumental.
Nacido en Génova el 9 de enero de 1818, Tomas Reggio provenía de una familia noble y aunque sus padres tenían previsto otro destino para su vida, a los 20 años decidió ser sacerdote. Recibió la ordenación sacerdotal el 18 de septiembre de 1841 y con apenas 25 años, fue nombrado vice-rector del Seminario de Génova y sucesivamente rector del Seminario de Chiávari. En este servicio se dedicó a la formación de los futuros sacerdotes para que estuviesen dispuestos a comprometer la propia vida, sin recelos, por Dios y por la Iglesia.
El 22 de noviembre de 1878 fundó la Congregación de las Religiosas de Santa Marta, que tenían por finalidad “responder a las necesidades de todos los tiempos”. Pidió a las hermanas que acogiesen a los más pobres entre los pobres, como Marta, que tuvo la ventura de servir a Jesús con el humilde trabajo de sus manos.
Estas religiosas aprendieron “que hay que descubrir a Cristo en los pequeñitos con los cuales él se identificó”. Las primeras religiosas comenzaron su labor pastoral en Chile y tiempo después varias de ellas llegaron a Argentina, primero radicándose en Capital Federal y luego en Presidente Derqui, en un amplio predio ubicado en Colombia 1.188, esquina Salta, del barrio Rivera Villate, donde emprendieron una tarea pastoral dedicada mayormente a la contención y apoyo educativo a niñas y niños en edad escolar y a la atención de la salud en su zona de influencia.
Hace pocos días, la Delegación para Latinoamérica de la Congregación de Santa Marta, dio inicio a la celebración de los 50 años de la obra en Sudamérica. En encuentro se llevó a cabo en Derqui el pasado domingo 5, donde se reunieron las religiosas de Santa Marta que están en misión en Argentina para vivir la Eucaristía de inicio de la celebración de los 50 años desde la llegada de las primeras religiosas a tierras trasandinas.
Las monjas llegaron desde las comunidades de Villarino, Villa Curita, Pilar, para vivir juntas esta Acción de Gracias a Dios. “Qué mejor y perfecta “acción de gracias” podemos ofrecer a Dios hoy, celebrando una de las fiestas más importantes del año litúrgico: Pentecostés, fiesta del espíritu, fiesta de la Iglesia”, anunciaba la religiosa que estaba guiando la Eucaristía que presidio el Padre Pedro Gil.
Misión en cuatro comunidades
Las religiosas hoy en Argentina tienen cuatro comunidades a su cargo con diversos ámbitos de misión: En Derqui está el Hogar Santa Marta que atiende niños y niñas en su proceso de formación y atención a las necesidades de alimentación, afectos, recreación y catequesis y además el Centro de Salud Tomás Reggio que tiene atención de salud a personas vulnerables.
En Villarino las religiosas prestan atención a niños y niñas en su formación inicial. Otra comunidad está en Pilar, en el Hogar de Ancianos Padre Silvio Braschi, donde las religiosas atienden a cerca de 60 ancianos a quienes procuran tener una vejez digna, siendo atendidas sus necesidades humanas y espirituales.
Por último, en las afuera de Buenos Aires, particularmente en “Villa Curita”, las religiosas colaboran en la evangelización, la misión y las actividades catequéticas del sector.
Durante este tiempo de celebración de los 50 años, en las comunidades de la Congregación, peregrinará una imagen del padre fundador, el beato Tomás Reggio.
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