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A seis años y medio del hecho, los imputados seguían en libertad sin una condena firme que determinara el cumplimiento de sus penas por la responsabilidad de cada uno en el siniestro.
El motorman Marcos Córdoba, que conducía el tren que se estrelló en la estación de Once el 22 de febrero de 2012, el empresario Claudio Cirigliano y el exsecretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, se presentaron ante la Justicia luego de que la Cámara de Casación Penal rechazara los recursos extraordinarios de apelación que habían presentado.
Poco después, el Tribunal Oral Federal 2 ordenó ejecutar las condenas correspondientes contra quienes hasta ayer estaban en libertad a la espera de la confirmación de sus sentencias. Lo hizo como consecuencia del fallo del pasado jueves de la Cámara, que rechazó los recursos extraordinarios que habían presentado los condenados para que la Corte revisara sus sentencias. Ahora, el único camino que les queda a los acusados es ir directo a la Corte.
Córdoba se entregó en el sexto piso de los Tribunales de Comodoro Py donde se encuentra el Tribunal Oral Federal 2, que es el que lo juzgó y que ahora efectivizó su detención. En la causa, fue condenado a 3 años y 6 meses de prisión, pero no podía quedar arrestado hasta que estuviera firme la sentencia.
Siempre estuvo en el ojo de la tormenta, ya que, desde el primer momento fue apuntado como responsable por no haber accionado los frenos de emergencia a tiempo. Así lo consideró en primera instancia la Justicia en 2015.
También el empresario Claudio Cirigliano se presentó en los tribunales de Retiro y cerca del mediodía se entregó Juan Pablo Schiavi.
A seis años y medio de la Tragedia de Once, los imputados de la causa seguían en libertad, sin una condena firme que determinara el cumplimiento de sus penas por la responsabilidad de cada uno en el siniestro que dejó a 51 personas sin vida, una de ellas embarazada.
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