Desde este lunes rige un aumento de entre el 4% y el 7% en nafta y gasoil, suba que contempla principalmente el 1% de incremento del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) que definió el Gobierno desde el 1º de julio, la devaluación mensual del 2% del tipo de cambio oficial y la última suba de biocombustibles de esa misma magnitud.
La medida se oficializó mediante el Decreto 554/2024 publicado en Boletín Oficial este lunes 1 de mes, tras la decisión del Gobierno de atenuar la suba en el impuesto a los combustibles para no trasladar una mayor presión a la inflación.
A raíz de los aumentos mencionados, las naftas y el gasoil tendrán una variación en sus precios de entre el 3% y 4% desde este lunes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Mientras que en el interior del país, las subas alcanzan el 10%. En promedio, la suba es del 7%.
A finales de la semana pasada, el Gobierno decidió posponer una actualización mayor de los tributos que pesan sobre los combustibles para evitar un impacto superior en la inflación, al igual que se dispuso para las tarifas energéticas. Sin embargo, en el mismo decreto se aclara que la suba del impuesto a los combustibles será atada a una variación trimestral calendario.
De esta manera, la medida gubernamental evitó que se aplique un ajuste del 115% en la carga impositiva sobre la nafta y el gasoil, lo que hubiera derivado en una suba del 18% en los surtidores, de acuerdo a las estimaciones privadas, y según publica el portal Ámbito Financiero.
Esta no es la primera postergación dispuesta por el Ejecutivo, ya que en con el mismo argumento había suspendido el ajuste de mayo, que finalmente se terminó aplicando parcialmente en junio. (DIB)
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