En una decisión considerada histórica, el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires estableció que la primera mamografía deberá realizarse a partir de los 40 años, con una frecuencia bienal y hasta los 75 años, siempre que no existan antecedentes familiares de cáncer de mama. La medida, impulsada por el Instituto Provincial del Cáncer (IPC), adelanta diez años la edad recomendada hasta ahora por la cartera sanitaria nacional, que ubicaba el inicio del tamizaje en los 50 años.
La iniciativa representa un cambio sustancial en la política pública de salud y busca mejorar las posibilidades de diagnóstico temprano, factor clave para reducir la mortalidad por esta enfermedad. Según los especialistas, detectar el cáncer de mama en etapas iniciales permite alcanzar una tasa de curación del 90%.
El nuevo protocolo bonaerense, que cuenta con el respaldo de las principales sociedades científicas del país, apunta a fortalecer la prevención y el acceso equitativo a los estudios de diagnóstico. En este sentido, la Provincia ya amplió la capacidad de su sistema de salud con la compra e instalación de 22 mamógrafos nuevos en hospitales públicos, alcanzando un total de 187 equipos disponibles entre establecimientos provinciales y municipales.
“El cáncer de mama es el tumor más frecuente en Argentina, pero su pronóstico depende críticamente del momento de detección”, explicó Marina Pifano, directora del Instituto Provincial del Cáncer. “Mientras la detección temprana presenta una tasa de supervivencia del 90%, en los casos avanzados se reduce al 28%. Por eso, adelantar la edad de la primera mamografía es una medida que puede salvar vidas”, agregó la funcionaria, autora del trabajo científico que sirvió de base para la resolución.
El cáncer de mama es la principal causa de tratamiento oncológico en el sistema público bonaerense. Cada año, en la provincia se diagnostican cerca de 8.500 nuevos casos y mueren alrededor de 2.300 mujeres por esta enfermedad. A nivel nacional, se registran 360 nuevos diagnósticos por día —unos 15 por hora—, de los cuales 60 corresponden a territorio bonaerense. En promedio, una de cada ocho mujeres desarrollará cáncer de mama antes de los 85 años.
Las estadísticas también reflejan la importancia de esta decisión: actualmente, solo el 35% de los casos se detectan en etapas tempranas, mientras que un 25% llega a consulta en fases metastásicas, cuando las posibilidades de curación son mucho menores. De allí la necesidad de intensificar las políticas de tamizaje y promover la conciencia sobre la importancia del control preventivo.
“El objetivo es que todas las mujeres bonaerenses, sin importar su condición económica o el lugar donde vivan, tengan acceso a una mamografía en el momento indicado y bajo las mejores condiciones de diagnóstico”, sostuvo Pifano. En ese marco, el Instituto Provincial del Cáncer también coordina la entrega de insumos, tratamientos farmacológicos, radioterapia y cuidados paliativos para las personas con cobertura pública exclusiva.
El Ministerio de Salud bonaerense, a cargo de Nicolás Kreplak, destacó que la decisión se enmarca en una estrategia integral de fortalecimiento del sistema sanitario, orientada a garantizar igualdad de oportunidades en el acceso a la salud. Además, subrayó la importancia de que las personas con antecedentes personales o familiares de cáncer de mama consulten con su médico o médica para definir un esquema de control adaptado a su situación particular.
Con esta medida, la provincia de Buenos Aires se convierte en la primera jurisdicción del país en adelantar la edad de inicio del estudio mamográfico de rutina. El nuevo protocolo, respaldado por evidencia científica y consensuado con expertos y sociedades médicas, marca un antes y un después en las políticas de prevención del cáncer de mama, apostando a una detección más temprana, equitativa y efectiva.
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