El líder del Frente Renovador busca aplacar la controversia interna que genera la llegada del diputado por el Frente para la Victoria a su partido. El lomense ya comenzó a separarse del oficialismo al cuestionar las políticas en materia de seguridad de la Provincia.
“El colectivo va a estar lleno y algunos tendrán que ir parados, pero vamos a subir más gente”, disparó Sergio Massa ante los principales dirigentes del Frente Renovador con la idea de aplacar la polémica interna abierta por el próximo desembarco de Martín Insaurralde, quien todavía integra el kirchnerismo pero ya ajusta su discurso a un tono no oficialista antes de dar el salto hacia el massismo.
Así, el líder del FR dejó las puertas abiertas de par en par para el arribo del licenciado intendente de Lomas de Zamora, con quien viene coqueteando en términos políticos desde comienzos de año.
Según deslizaron fuentes partidarias, Massa considera que la llegada de Insaurralde le dará “escala nacional” a su proyecto presidencial, que a partir de ahora se concentrará casi con exclusividad en traspasar las fronteras bonaerenses.
Por su lado, Insaurralde dio en las últimas horas una nueva señal de que se alejará del arco oficialista, al cuestionar públicamente la política de seguridad de la Provincia. “Los vecinos piden seguridad y por eso en Lomas de Zamora creamos la primera escuela de policías locales. Entiendo los problemas de financiamiento de la Provincia, por eso nos adelantamos”, afirmó el diputado, quien está en uso de licencia como intendente.
Hasta el momento, Insaurralde aparece en un cómodo primer lugar en las encuestas bonaerenses, superando a otros aspirantes del oficialismo y del propio FR. En el massismo esperan ahora que el diputado del FpV renuncie a su banca en el Congreso nacional y regrese a su cargo como intendente de Lomas.
Y el propio Insaurralde no descartó esa posibilidad al asegurar que “si pasara al Frente Renovador, dejaría la banca”. Ese sería el paso previo de Insaurralde antes de anunciar su incorporación al FR, según aguardan en el entorno de Massa.
El jefe de la principal fuerza de oposición bonaerense tuvo que lidiar en los últimos meses con los reproches que le hicieron dirigentes como Darío Giustozzi, quien también aspira a la Gobernación, pero que aceptó las reglas de juego impuestas por Massa. De hecho, ayer compartieron un acto en Almirante Brown.
En el polideportivo municipal de ese distrito del sur del Conurbano, el FR conmemoró el primer aniversario de su victoria electoral en las PASO de 2013, cuando irrumpió en la escena política al derrotar al kirchnerismo.
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