De 2018 a 2019 las ventas cayeron un 30 por ciento mientras que las operaciones con hipotecas tuvieron una caída abrupta del 80 por ciento. Las UVA, con un 240 por ciento de aumento.
Los carteles de ventas en casas y departamentos no paran de multiplicarse. Las vidrieras de las inmobiliarias están llenas de anuncios. Sin embargo y pese a que los precios han bajado en torno al 10 por ciento en los últimos doce meses, el dólar en constante suba golpearon de lleno en el corazón del mercado inmobiliario, que cerró el peor año de los últimos quince.
Las cifras oficiales marcan una tendencia a la baja, sobre todo desde junio 2018, cuando se dio el salto del dólar de 20 a 27 pesos en apenas dos meses. Y es por eso que no sorprende que la venta de inmuebles en la provincia de Buenos Aires cayera un 30 por ciento durante 2019 en comparación con 2018, lo que terminó siendo el peor año de los últimos quince, mientras que las operaciones a través de hipotecas se derrumbaron un 80 por ciento.
De acuerdo a datos del Colegio de Escribanos a los que accedió DIB, en 2019 se concretaron 83.627 operaciones, lo que marca una caída del 30 por ciento en relación con 2018, que cerró con 119.633 ventas. Si se comparan con los últimos quince años, el pasado fue el peor. Desde 2005 hasta la actualidad, solamente en dos oportunidades el mercado estuvo por debajo de las 100.000 operaciones en la provincia: el pasado y 2014, con 97.918.
Mientras que el pico de ventas estuvo en 2008 con 146.041, lo cierto es que en los últimos nueve años el mejor fue 2017, año que tuvieron los créditos hipotecarios su boom, con 128.345, un 35 por ciento más que el año pasado.
Cabe recordar que empujados por la demanda generada por los créditos hipotecarios UVA (Unidades de Valor Adquisitivo), el mercado gozaba de una relativa salud y estabilidad que terminó estallando por la inflación de 2019, que cerró en 53,8 por ciento.
Como la UVA es una unidad de cuenta que se ajusta diariamente con el Índice de Precios al Consumidor, el precio de la cuota fue escalando cada vez más en los últimos tres años y lo salarios fueron a distinto ritmo. La UVA arrancó con un valor en torno a 14 pesos y ahora ronda los 48, casi un 240 por ciento más.
Es por eso que no sorprende que durante el año pasado cayeran un 80 por ciento las ventas a través de créditos hipotecarios en comparación con 2018, o que sólo seis de cada cien operaciones se hicieran con la utilización de esta herramienta. De acuerdo a los datos del Colegio, durante 2019 un total de 5.582 compras se realizaron con hipotecas. Esta cifra se ubica muy lejana a las 27.915 de 2018 y 31.278 de un año anterior. De hecho, es lejos la peor de los últimos ochos años.
Vale recordar que luego de congelar el 2 de enero las cuotas de los créditos UVA durante 30 días, el Gobierno avanza con nuevas medidas para intentar darle solución a cientos de familias que tomaron el préstamo (comenzó a regir en abril de 2016) y que como consecuencia de la alta inflación luego de las devaluaciones de 2018 y 2019, tuvieron dificultades para pagar una cuota que fue en franco aumento.
En ese sentido, los ejemplos se multiplican. Familias que tenían una cuota en 2017 de 9 mil pesos tras escriturar por 1.100.000 pesos ahora pagan 22.300 pesos y deben alrededor de 1.800.000 pesos.
Dejar un comentario