Luego de analizar durante varios días la posibilidad, el gobierno de Axel Kicillof se inclinaría finalmente por no adelantar las vacaciones de invierno, previstas para el 19 de julio, bajo el de que la tendencia a la baja de casos parece consolidada. Mientras, comienzan a analizar la posibilidad de que vuelvan las clases presenciales.
La definición sobre el calendario escolar comenzó a acelerarse luego de que, en el Consejo Federal de Educación, el organismo que integran todos los ministros de Educación del país incluido el nacional, Nicolás Trotta, se acordara que será cada jurisdicción la que por su cuenta defina en qué momento conviene que se haga el receso de mitad de año.
La ministra bonaerense, Agustina Vila, aún no dio por cerrada la decisión, pero en el gobierno confiaron a DIB que, tras un análisis en conjunto con su par de Salud, Daniel Gollan, y el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, comienza a imponerse claramente la idea de dejar la fecha del 19 de julio vigente.
Las opciones que hasta ahora se barajaron fueron hacer que las vacaciones comiencen en algún momento de la segunda quincena de este mes o a principios del próximo, pero finalmente la tendencia a la baja en los contagios –hoy la provincia tuvo 2 mil casos nuevos menos que el jueves pasado- y, también, la todavía muy incipiente evolución a la baja en el uso de las camas de terapia intensiva. De ambas cuestiones dio cuenta hoy el viceministro de Salud, Nicolás Kreplak.
La lógica detrás de la decisión de mantener como están las fechas tiene que ver también con la posibilidad de tener un cierre dentro de cuatro semanas que ayude a dar una especie de golpe final que termine de consolidar la baja sin necesidad de medidas que alteren más la rutina de las familias.
Al mismo tiempo, la ministra de Salud nacional, Carla Vizzotti, habló hoy de la posibilidad de la vuelta de las clases presenciales en el área metropolitana, y también lo ligó a la baja de casas.
“La semana arrancó con más de 1000 casos diarios cada millón de habitantes, y ya estamos llegando a 700. Al llegar a 500, se puede salir de la zona de alarma y se puede reiniciar la escolaridad”, dijo. Vizzotti agregó: “Me parece que estamos cerca, que cuando vemos este indicador, el AMBA está bajando y no está todo dicho ni mucho menos que tenemos que pasar el invierno sin clases” presenciales.
En la provincia son cautos: Solo aseguran que habrá presencialidad después de las vacaciones, en un esquema gradual. (DIB)
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