La situación de pobreza en Argentina ha alcanzado niveles alarmantes durante el primer trimestre de 2024, bajo la administración del presidente Javier Milei. De acuerdo con un informe reciente de Cáritas Argentina titulado "Radiografía de la pobreza en la Argentina: realidad social y solidaridad que es esperanza", la pobreza afecta al 55% de la población, lo que representa a más de 25 millones de personas, mientras que la indigencia se sitúa en el 17,5%, impactando a 8 millones de ciudadanos.
Este estudio, en colaboración con el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA) de la Universidad Católica Argentina, revela un incremento significativo de la pobreza comparado con el tercer trimestre de 2023, cuando las cifras eran del 44,7% para la pobreza y del 9,6% para la indigencia. El informe atribuye estos aumentos en gran parte al impacto de la inflación, exacerbada por la devaluación impulsada por el gobierno en diciembre, y al alza de los precios de los alimentos, que ha golpeado duramente a los sectores más vulnerables.
El informe detalla que aproximadamente 7,8 millones de personas se encuentran en una situación de indigencia extrema, por debajo de la canasta básica alimentaria (CBA). La inseguridad alimentaria es una de las consecuencias más visibles de esta crisis, afectando al 24,7% de las personas en áreas urbanas. Este problema se manifiesta en el 20,8% de los hogares y en el 32,2% de los niños, niñas y adolescentes, con una situación aún más grave en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde estos porcentajes son incluso mayores. La inseguridad alimentaria severa alcanza al 10,9% de las personas, al 8,8% de los hogares y al 13,9% de los niños, niñas y adolescentes, cifras que se agravan en el AMBA.
Además, la pobreza se refleja en la falta de acceso a servicios básicos y en una alta dependencia de la asistencia estatal. Según el informe, el 42,6% de los niños, niñas y adolescentes viven en hogares que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentaria. Asimismo, el 50% de los menores asisten a comedores escolares, el 36,7% reciben cajas o bolsones de alimentos de comedores y el 11,1% de comedores no escolares.
El documento también menciona la persistencia de disparidades en la mortalidad infantil entre provincias, vinculadas a los índices de indigencia monetaria, a pesar de las mejoras generales en las últimas décadas. En cuanto a la educación, el informe destaca que el 23% de los niños de 3 a 5 años no asisten a establecimientos educativos formales, el 9,1% de los niños y adolescentes de 6 a 12 años asisten con sobreedad a la escuela primaria, y el 35,3% de los jóvenes de 18 a 29 años no han completado la secundaria. Estos datos reflejan el impacto negativo de la pobreza en la educación, pese al apoyo de los sistemas de gestión pública y privada.
La “Radiografía de la pobreza”, que expone un deterioro severo en el campo social, fue presentada en los días previos a la colecta anual de Cáritas, programada para el próximo fin de semana en todo el país. Bajo el lema “Tu solidaridad es esperanza”, la colecta se llevará a cabo en iglesias, colegios y mediante canales digitales, con el objetivo de generar conciencia y recaudar fondos para sostener programas de comedores, asistencia alimentaria y diversos proyectos de promoción humana que desarrolla la institución.
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