El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un aumento del 2,4% en noviembre, marcando el número más bajo desde julio de 2020, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Este dato también representa una fuerte desaceleración respecto al 12,8% registrado en el mismo mes del año pasado, y es la inflación más baja para un mes de noviembre desde 2017.
La inflación interanual se ubicó en 166%, siendo este el séptimo mes consecutivo de desaceleración en comparación interanual. En lo que va del año, el incremento acumulado del IPC alcanzó el 112%.
El Ministerio de Economía destacó en un comunicado "la dinámica del proceso de desinflación", subrayando que la media móvil de tres meses fue del 2,9% mensual, el nivel más bajo desde septiembre de 2020. A seis meses, el promedio mensual fue de 3,6%, un registro que no se alcanzaba desde enero de 2022.
En cuanto a las divisiones del índice, alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo un incremento de solo 0,9%, siendo uno de los rubros con menor variación mensual. Por otro lado, las mayores subas se registraron en educación (5,1%) y vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (4,5%), esta última también la de mayor incidencia en las regiones Pampeana, Cuyo y Patagonia.
Las divisiones con menores incrementos fueron equipamiento y mantenimiento del hogar (1,5%) y nuevamente alimentos y bebidas no alcohólicas (0,9%). Sin embargo, en regiones como el Noreste, los mayores aumentos estuvieron en prendas de vestir y calzado (1,9%), mientras que en el Noroeste se destacaron subas en restaurantes y hoteles (3,6%).
El número de noviembre se ubicó por debajo de las expectativas de diversas consultoras privadas. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central había proyectado una inflación del 2,9%, mientras que firmas como Equilibra, Analytica y EcoGo también esperaban cifras cercanas al 2,7% o 2,9%.
En la Ciudad de Buenos Aires, el índice de inflación en noviembre fue del 3,2%, igualando el registro de octubre y deteniendo el proceso de desinflación en ese ámbito. A nivel acumulado anual, el aumento en la Capital ascendió al 129,1%, mientras que la variación interanual fue del 177,4%, inferior al 200,9% registrado en el mes anterior.
Pese a la desaceleración, el nivel de precios sigue siendo una preocupación para los analistas, quienes destacan los efectos de la estacionalidad en productos como frutas y verduras, además de los ajustes en servicios públicos como gas, luz y agua. El Gobierno, por su parte, celebra la tendencia a la baja y espera consolidar el proceso de desinflación en los próximos meses.
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