La inflación de mayo fue del 1,5% y marcó el registro más bajo de los últimos cinco años

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente al mes de mayo de 2025 fue del 1,5%, lo que marca un nuevo punto de inflexión en el proceso de desaceleración inflacionaria que experimenta la economía argentina desde mediados del año pasado. Con este dato, la inflación interanual se ubicó en el 43,5%, mientras que el acumulado en los primeros cinco meses del año llegó al 13,3%.

De este modo, mayo cerró con el registro de inflación mensual más bajo de los últimos cinco años. Si se excluyen los meses atípicos de la pandemia de 2020, en los que el confinamiento impactó de manera excepcional sobre los precios, habría que remontarse a noviembre de 2017 para encontrar un dato mensual inferior. La tendencia confirma un proceso de desinflación sostenido que, según el Ministerio de Economía, ha tenido continuidad durante trece meses consecutivos en la medición interanual.

El dato oficial estuvo en sintonía con las proyecciones realizadas por consultoras privadas y organismos del sistema financiero. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central había anticipado una inflación del 2,1%, mientras que la Fundación Libertad y Progreso proyectaba un 1,8% y la consultora EcoGo, un 1,9%. En todos los casos, el dato final del INDEC sorprendió positivamente.

Dentro del desglose por sectores, los mayores aumentos en mayo se registraron en el rubro Restaurantes y Hoteles, con una suba del 3,5%, seguido por Comunicación y Vivienda, agua y electricidad, ambos con incrementos del 3,1%. En contrapartida, los productos estacionales mostraron variaciones negativas, como el caso de Frutas, que registró una caída del 6%. En tanto, el precio de la carne subió un 2,3% mensual.

Desde el Ministerio de Economía se subrayaron diversos aspectos técnicos que, más allá del dato mensual, reflejan el comportamiento de fondo de la inflación. Por ejemplo, se indicó que la inflación núcleo —que excluye componentes estacionales y precios regulados— fue del 2,2%, lo que da cuenta de un proceso de desaceleración más allá de los factores coyunturales.

En cuanto a los componentes del IPC, la categoría estacional tuvo una variación negativa del 2,7%, mientras que los precios regulados aumentaron un 1,3%. Este comportamiento mixto de los distintos componentes del índice permitió que la inflación general se ubicara por debajo del 2%, una cifra que representa un hito en el actual contexto económico.

El informe oficial también destacó que la media móvil de seis meses del índice —una herramienta estadística que permite analizar la tendencia subyacente sin los vaivenes puntuales— fue la más baja desde octubre de 2020. Este dato refuerza la hipótesis de que la desaceleración de precios no responde solo a un fenómeno puntual sino que se inscribe en una tendencia más estructural.

Por otra parte, la variación mensual de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) fue de -0,4%, mientras que la de la Canasta Básica Total (CBT) fue de apenas el 0,1%. En ambos casos se trata de los incrementos más bajos desde que existen series estadísticas continuas, iniciadas en 2016. Este dato tiene especial relevancia, ya que ambas canastas son tomadas como referencia para determinar los umbrales de pobreza e indigencia en el país.

Desde el Palacio de Hacienda interpretaron los números como una señal alentadora y reafirmaron la intención del Gobierno de seguir consolidando un esquema de estabilidad macroeconómica, con énfasis en el orden fiscal, la coordinación monetaria y la recuperación del poder adquisitivo del salario. Si bien reconocen que aún existen desafíos estructurales, la persistencia de una inflación controlada es vista como condición indispensable para retomar un sendero de crecimiento.

Así, la evolución del IPC en mayo no solo representa un alivio para los bolsillos de los argentinos, sino también un dato significativo para el contexto político y económico nacional, en momentos donde la discusión pública se enfoca en el rumbo de la economía, el equilibrio presupuestario y la proyección del poder adquisitivo en el corto y mediano plazo.