En un extenso discurso de dos horas y media, el gobernador Axel Kicillof abrió ayer el 150 período de sesiones de la Legislatura con una minuciosa reivindicación de las medidas que tomó para afrontar la pandemia, aseguró que el Estado tendrá un rol central en la “recuperación de la economía” y planteó objetivos y anuncios de gobierno para los próximos seis años, pese a que su mandato termina en dos. Además, repudió al FMI y advirtió en la provincia “no hay espacio para ajustes” en relación con el acuerdo con el organismo, reclamó más coparticipación y apuntó a la oposición por el caso del supuesto armado de causas, al que calificó de “un verdadero escándalo”.
Kicillof abrió su discurso con el pedido de un minuto de silencio “para los que perdimos por el Covid, a los que están cayendo por la guerra en Europa y por los caídos en la guerra de Malvinas, a los que nunca olvidaremos”. Y enseguida hizo un guiño a la oposición parlamentaria, a la que agradeció por haber aprobado el Presupuesto y la Ley Impositiva y por la ley que permite una reelección más a los intendentes.
Pero después, en varios pasajes deslizó críticas al gobierno de María Eugenia Vidal, por el estado de la infraestructura sanitaria que encontró en 2019 y, entre otras cosas, por el endeudamiento. Uno de los tramos más tensos fue cuando citó las frases de Vidal sobre “caer en la educación pública” y sobre no construir universidades en el Conurbano. Los legisladores de Juntos le recriminaron a viva voz y él los desafió: “Son frases textuales, los escucho si quisieron decir otra cosa”.
También, sobre el final de su alocución, apuntó a las “imágenes horribles que aparentemente hablan de armado de causas y persecución política”, en referencia al escándalo de la “Gestapo anti sindical”, que implica a exministros de Vidal. Pidió a la Legislatura “tomar cartas en el asuntos”, en momentos en que el juez federal Ernesto Kreplak pide el desafuero del senador de Juntos Juan Pablo Allan, uno de los que aparecen en la grabación, para indagarlo.
La mayor parte de su discurso estuvo centrada en reivindicar su acción de gobierno, en especial el plan de vacunación: “Si la provincia fuese un país, sería el cuarto más vacunado”, dijo. Kicillof destacó el inicio de clases “en tiempo y forma por tercer año consecutivo, algo que no pasaba hace 25 años” al tiempo que prometió que ahora llegó el tiempo de la presencialidad plena pero con cuidados “no como hecho político” en alusión a sus cruces con Horacio Rodríguez Larreta; dijo que si se compara 2019 con 2021 “cayeron todos los delitos prevenibles” porque “no hubo marketing” sino “trabajo serio, científico” en política de seguridad y resaltó que el año pasado “se sobre ejecutó el presupuesto” por el ahorro a causa de la renegociación de la deuda provincia.
En ese marco, Kicillof intentó proyectar futuro: “hoy estamos en el principio de un capítulo diferente, en el que podemos cerrar esta etapa de emergencia y relanzar la gestión para un tiempo que será mucho mejor para todos y todas”, dijo. “En ese punto desglosó el plan “seis por seis”, un ramillete de políticas que exceden su período de gobierno pero que él contó como un desafío que piensa llevar adelante, por lo que dejó flotando, sin mencionarla, la cuestión de la reelección. “Hoy me comprometo a que en la provincia de Buenos Aires los próximos seis años serán años de recuperación y mayor desarrollo, con un Gobierno trabajando por una vida más digna, justa y feliz para todos”, fue la frase textual que usó.
En momento en el que el ministro de Economía Martín Guzmán cierra los detalles del acuerdo con el FMI, Kicillof quiso expresar su “repudio” al organismo por el crédito que, dijo, dejó “al “pueblo argentino esta deuda impagable”. Y si bien consideró que la negociación nacional es para “evitar una catástrofe” advirtió que “en la provincia no hay más lugar para el ajuste”. Kicllof remarcó: “Quiero enviar un claro mensaje a los bonaerenses: el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional no tiene que ahogar el crecimiento ni la recuperación que estamos empezando a transitar”.
Además, defendió los subsidios a las tarifas energéticas, que el organismo pide reducir, contra “la empresas que quieren cobrar las taifas dolarizadas”. De todos modos, criticó el traspaso a la provincia de los subsidios al transporte, durante el gobierno de Vidal, que adjudicó también a un pedido del Fondo. En ese marco, renovó el pedido para que se aumente la coparticipación porque con el esquema actual “no alcanza”. Recordó que la Provincia pierde participación en el reparto “desde 1974, se pasó del 33% al 22%” actual.
En materia de anuncios, adelantó que aumentará la cantidad de beneficiarios del boleto estudiantil; que creará Cuenta DNI para jóvenes de 13 a 17 años; un Fondo para el Fortalecimiento Portuario por US$ 2 mil millones y que lanzará Mesa Bonaerense, un plan para para dar continuidad a la entrega de módulos alimentarios especiales en establecimientos educativos, asegurando el acceso a la seguridad alimentaria para más de 2 millones de chicos y chicas. También adelantó un relanzamiento de IOMA, con más médicos, cobertura, digitalización de trámites y construcción de 200 policonsultorios, y dijo que en seis años asfaltará todas las calles de la provincia y que ahora terminará de regularizar la situación del Banco Provincia, que tiene su funcionamiento limitados desde la crisis de 2001.
A la asamblea asistió todo su gabinete, el exgobenador Felipe Solá y el ex vicegobernador Daniel Salvador, diputados y senadores nacionales, miembros de la Corte bonaerense, exfuncionarias como la actual tiutlar del ANSESMaría Fernanda Raverta y la presidenta de Abuela de Plaza de Mayo Estela de Carlotto, entre otros. (DIB)
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