En un discurso de casi una hora, el Presidente abrió el período de sesiones ordinarias del Congreso frente a un año electoral. Repasó su gestión y envió un mensaje al pueblo a “no tirar la toalla”.
En medio de una fuerte tensión con la oposición, el presidente Mauricio Macri inauguró el 137° período de sesiones ordinarias del Congreso frente a un año electoral en el que buscará renovar su mandato, pidió paciencia y aseguró que el país está mejor que en 2015.
Al dar un discurso de casi una hora ante la Asamblea Legislativa, Macri sostuvo que "hoy podemos decir que la Argentina está mejor parada que en el 2015", y aseveró que "hemos salido del pantano donde estábamos".
"Los argentinos estamos mejor parados que hace tres años, empezamos por lo básico, creamos los cimientos", aseguró, al decir que "los argentinos maduramos y tenemos una mejor relación con el mundo que en 2015. Que nos lleve más tiempo quiere decir que es de verdad y para siempre". Y agregó: "Y ahora les digo a los argentinos: a no aflojar, a no tirar la toalla. El tiempo es hoy, nuestro tiempo es hoy. No dejemos que los predicadores de la resignación y el miedo le ganen a la esperanza. Soy el primero en saber lo que ha pasado estos meses y me he hecho cargo".
Sin muchos anuncios más allá de la suba del 46 por ciento de la Asignación Universal por Hijo (AUH), el Presidente se dedicó a trazar un balance de gestión, volvió a cargar contra la pesada herencia y se mostró optimista de cara al futuro.
Macri comenzó hablando del país que recibió su gestión y se sinceró: "El año pasado aquí dije que “lo peor ya pasó. Y tienen razón". Pero dijo que "lo que comenzamos a hacer, no tiene vuelta atrás, Ya no aceptamos que nos mientan". Y en tono de chicana al kirchnerismo, dijo: "No tenemos soluciones mágicas".
En ese sentido, y ante varias interrupciones por gritos de los legisladores opositores, pidió comprensión al pueblo al asegurar que "los cambios profundos requieren paciencia". Y afirmó que "hoy la Argentina está mejor parada que en 2015, hemos salido del pantano donde estábamos".
Luego, se enfocó en la corrupción, con un claro discurso respecto de la herencia kirchnerista: "Es un Estado que combate las mafias y previene la corrupción. La ley del arrepentido se convirtió en una pieza clave para el avance de las causas judiciales", dijo Macri lo que alteró a los diputados y senadores K. "Se acabó el tiempo en que los delincuentes se salgan con la suya mientras la mayoría trabajamos para sacar este país adelante", insistió mientras la vicepresidenta Gabriela Michetti pedía silencio a los opositores.
"Hablo de un gobierno que respete los tiempos de la Justicia y todos debemos rendir cuentas: empresarios políticos, periodistas y hasta la familia del Presidente y el propio Presidente", dijo elevando el tono de voz, algo que fue aplaudido por legisladores del oficialismo y militantes de Cambiemos que habían copado el recinto.
En el cuarto y último discurso de su gestión ante el Congreso, mencionó al Nuevo Régimen Penal Juvenil, que baja la edad de imputabilidad de 16 a 15 años para delitos graves, y propone un abordaje interdisciplinario para lograr la inserción del menor en la sociedad. "Somos el primer gobierno en 100 años que gobernamos en minoría", aseveró el jefe de Estado y dijo que a pesar de eso, "estamos haciendo cambios profundos para volver atrás nunca más".
Luego, se enfocó en la economía y elogió el "camino gradual que llevamos adelante. Si no hubiésemos tomado las medidas que tomamos la economía hubiera colapsado. Elegimos un camino de gradualismo que funcionó dos años y medio, donde aumentaron las exportaciones, creamos 700 mil puestos de trabajo y bajó la pobreza". (DIB).
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