El precio del barril de petróleo Brent descendió a US$ 67 tras haberse ubicado en torno a los US$ 75, impulsado por versiones que indican un posible acuerdo de paz en Medio Oriente. Aunque las hostilidades aún persisten en la región, los mercados comienzan a descontar una resolución del conflicto, lo que impactó rápidamente en las cotizaciones internacionales del crudo.
Este nuevo escenario abre interrogantes sobre el comportamiento del precio de los combustibles en el mercado argentino, donde en los últimos días las principales petroleras aplicaron un incremento del 5% cuando el Brent aún se cotizaba a valores más altos.
Las subas fueron implementadas por PUMA, Shell y Axion, que justificaron el ajuste en función del contexto internacional y la evolución de sus costos. En cambio, YPF —la empresa con mayor participación en el mercado local, con un 55%— aún no había modificado sus precios al momento de la caída del crudo y, según trascendió, continúa evaluando qué decisión tomar.
En caso de que la petrolera estatal opte por no aplicar aumentos o incluso decida mantener sus valores actuales, podría abrirse una significativa brecha respecto de sus competidoras, lo que le permitiría ampliar su ya dominante porción de mercado.
Por el momento, ninguna de las empresas que aplicaron incrementos manifestó públicamente la posibilidad de retrotraer sus precios, a pesar del nuevo contexto de cotización internacional. En este marco, los consumidores aguardan definiciones mientras el mercado energético se mantiene expectante a la evolución geopolítica en Medio Oriente y sus derivaciones económicas.
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