El Gobierno enviará en los próximos días al Congreso el proyecto de Presupuesto 2022 que tendría como proyecciones un crecimiento de la economía el año próximo del 4 por ciento, un dólar a 159 pesos hacia diciembre de ese año y la puesta en marcha de la segmentación de tarifas de servicios públicos como gas y electricidad para ahorrar subsidios.
Según trascendió, el proyecto prevé un monto total para el presupuesto de 350,4 billones de pesos. Las áreas del gasto con más recursos serían educación (49,3 billones de pesos), defensa (41,9 billones), salud (41,2 billones de pesos), trabajo (36 billones de pesos), hacienda (23,9 billones de pesos) e inclusión social (21,7 billones de pesos), de acuerdo a estimaciones oficiales.
Además, consideraron desde Gobierno que “para avanzar en materia social, el proyecto estipula en el rubro de protección social recursos por 11,5 billones de pesos, y para inclusión social se dispone de 21,7 billones de pesos”.
Respecto a proyecciones macroeconómicas para 2022, el proyecto que terminará de definir el ministro Martín Guzmán en los próximos días incluiría un dólar mayorista administrado por el Banco Central con un valor de 159 pesos hacia diciembre del año próximo. En paralelo, estima que la economía volvería a registrar un crecimiento que sería del 4 por ciento del PBI, menor al que se calculaba meses atrás, de entre 4,5 y 5 por ciento.
Sobre la cuenta de subsidios, el Gobierno estima que comenzarían los sistemas de segmentación de tarifas para la energía, aunque sin mayores detalles de cómo se llevará adelante. Para el caso de la energía eléctrica, implicaría un ahorro en subvenciones equivalente al 4 por ciento del gasto público total. Para el gas, la Casa Rosada anunció la puesta en marcha del plan “zonas frías” y anticipó que habrá incrementos en las boletas en zonas metropolitanas.
Para el caso del transporte público, se destinarían entre 180 y 190 mil millones de pesos asignados al subsidio nacional, por lo que aumentan la porción destinada al interior en un 30 por ciento y el 70 por ciento restante para la Ciudad de Buenos Aires y el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Como referencia había sido de 14 por ciento este año para el interior.
Por último, respecto al acuerdo que aún se negocia con el FMI, el Poder Ejecutivo prevé “refinanciar la carga de deuda insostenible contraída en 2018 y 2019 con ese organismo de crédito multilateral. La deuda es de 44.000 millones de dólares. El país recién comenzaría a pagar vencimientos en 2025, el segundo año de la próxima presidencia hasta 2031″, mencionaron fuentes oficiales. La expectativa es poder ahorrar, eventualmente, entre 5000 y 8000 millones de dólares entre plazo y tasa.
El Gobierno aún no determinó cuáles serán dos de las variables macroeconómicas centrales del Presupuesto: la inflación y el déficit fiscal. En el primer caso, se trata de unos de los indicadores que quedaron más desajustados entre lo que previó el equipo económico y lo que terminó sucediendo en la realidad. A la suba de precios de 29 por ciento anual promedio proyectada en septiembre del año pasado se le impuso un índice que superó el 50 por ciento interanual en lo que va del año.
Para el Gobierno, la distancia entre los números de inflación que estimó el año pasado y la suba de precios real respondió a un shock de valores de referencia internacional como el de los alimentos por la suba de commodities desde comienzos de 2021.
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