La iniciativa, que está siendo evaluada por Fernando Blanco Muiño, titular de la Subsecretaría de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial, busca proporcionar una herramienta tanto a consumidores como a comercios y productores.
Con la intención de marcar una clara diferencia con el plan implementado por la administración anterior, el programa será denominado de manera distinta, destacando su enfoque en el estímulo al consumo. A raíz de la situación actual, se anticipa que la oferta no será tan diversa en términos de los sectores que abarcará. Asimismo, se contempla una reducción en la variedad de planes de cuotas, que se limitarían a 6 y 12 cuotas, así como una disminución en las tasas de interés.
Uno de los puntos clave en discusión es el papel de los bancos en esta iniciativa, ya que se espera que su participación no solo beneficie a los consumidores, sino que también funcione como una herramienta de fidelización para las entidades financieras.
Según los estudios manejados por la Subsecretaría, la oferta se centrará principalmente en indumentaria y electrodomésticos, sectores que han experimentado una alta demanda en etapas anteriores. Sin embargo, no se incluirán productos ensamblados en Tierra del Fuego en la categoría de electrodomésticos y celulares, debido al régimen de promoción que ya beneficia a esa provincia.
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